Trabajadores de la planta de Alcoa en Cervo, acompañados de familiares y vecinos de la comarca, han protagonizado este lunes una protesta en la localidad lucense en la que se han coreado consignas dirigidas al presidente del Gobierno, a la ministra de Industria y a la Xunta, entre otros, y en la que ha habido una quema de neumáticos en medio de la carretera.
‘La solución, una intervención’; ‘Madrid escucha, A Mariña está en lucha’; ‘Échale ovarios, Maroto échale ovarios’; ‘Échale huevos, Pedrito échale huevos’ y ‘Sin industria no hay futuro» han sido algunos de los lemas de los manifestantes.
En una jornada en la que, precisamente, la ministra Reyes Maroto se reunió con el presidente de Alcoa en Estados Unidos, la plantilla ha llevado de nuevo así a las calles unas reivindicaciones que mantienen desde hace más de un año, cuando la multinacional del aluminio anunció un expediente de regulación de empleo en la factoría, que finalmente tumbó la justicia.
En concreto, reclaman que la fábrica sea intervenida temporalmente por el Gobierno central, a través de la sociedad estatal de participaciones industriales (SEPI), para luego transferirla a un tercero, tal y como han pedido tanto el Congreso de los Diputados como el Parlamento gallego. Esta es además la misma exigencia que plantea la empresa.
Al término de su encuentro en Pittsburgh, Maroto ha asegurado que logró el compromiso por parte de la compañía de «desbloquear» el proceso de venta y ha indicado que está dispuesta a hacerlo «directamente a terceros», sin la participación de la SEPI, al tiempo que puso el 30 de septiembre como nuevo plazo tope. Después, la firma ha precisado que su compromiso es de venta a través de dicha entidad.
En cualquier caso, la protesta de los trabajadores estaba convocada desde la semana pasada y se mantuvo, a la espera de conocer en detalle los resultados de la cita de la ministra en Pittsburgh.
CAUTELA EN LA CIG
En esta línea, a través de un comunicado de prensa, la CIG ha afirmado acoger «con cautela» el anuncio de Industria y espera una solución para la fábrica de A Mariña antes del 30 de septiembre.
A la espera de conocer «los términos de lo hablado» por parte de la propia Alcoa, la central nacionalista destaca que esperaba un anuncio de una solución «más pronta en el tiempo».
El retraso, indica, se produce «pese al tiempo transcurrido ya» y cuando hay varias empresas con ofertas y propuestas de compra conocidas «desde hace semanas».
«Esperamos que este anuncio no sea un intento de ganar tiempo por ninguna de las partes implicadas y que esta vez sí se materialice en una rápida solución para la fábrica de aluminio», advierte el secretario xeral de la CIG, Paulo Carril.
La CIG continúa defendiendo que la fórmula «ideal» para «garantizar el éxito» de la operación es que la SEPI adquiera las instalaciones y busque al mejor grupo comprador «con la calma necesaria para no cometer los mismos errores» que en A Coruña y Avilés.