El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha señalado este domingo que «es una posibilidad» que haya mediado delito de odio en la muerte de Samuel, el joven de 24 años que murió en A Coruña tras recibir una paliza el pasado 3 de julio, pero ha insistido en que «tendrá que ser el juzgado» el que lo determine.
En una entrevista concedida a Cadena Ser, y recogida por Europa Press, Miñones, preguntado sobre si la sociedad ha asumido que se trata de un delito homófobo, el delegado ha reconocido que «las manifestaciones que se han ido convocando, apuntan en esa línea». Con todo, ha hecho hincapié en que «la investigación sigue abierta».
«Es un asesinato que nos ha calado a todos y estamos trabajando en que se haga justicia. Queremos esclarecer todo bien, cerrar bien la investigación», ha comentado Miñones.
CASO SAMUEL
Samuel Luiz fue asesinado el pasado 3 de julio en A Coruña, en la Avenida de Buenos Aires, donde recibió una paliza que acabó con su vida. Por estos hechos, en estos momentos hay seis investigados, de los cuales, tres –hombres de entre 20 y 25 años– fueron enviados a prisión provisional, comunicada y sin fianza; dos –menores de edad–, permanecen internados en un centro de menores; y una mujer, también de entre 20 y 25 años, fue puesta en libertad condicionada a visitas al juzgado.
Estas medidas fueron decretadas por el juzgado de instrucción número 1 –de guardia– el viernes 9 de julio, día en que los detenidos pasaron a disposición judicial. Este pasado viernes, el juzgado número 8 –de guardia el que ocurrieron los hechos y que ha tomado el relevo en la investigación– ratificó las medidas interpuestas por la magistrada del número 1 respecto a los tres hombres mayores de edad.
Ese mismo día, uno de los investigados –al que se le acusa de sustracción por apropiarse del teléfono móvil de la víctima, además del delito de asesinato u homicidio, aún por determinar, y que pesa sobre los tres acusados– se declaró «inocente» al abandonar las dependencias judiciales camino a prisión.
Mientras tanto, la Delegación del Gobierno y la Policía Nacional insisten en que «la investigación sigue abierta», unas pesquisas que suman ya 26 testificales, además de múltiples imágenes de las cámaras de la zona.
Además, desde el asesinato de Samuel, numerosas manifestaciones en repulsa del crimen y como condena de la violencia LGTBIfóbica, han tenido lugar no solo en la ciudad herculina –de donde es oriunda la víctima–, sino por todo el país.