El cierre de la central de As Pontes destruirá 1.178 empleos en el municipio y otros 299 en los ayuntamientos que se encuentran en el área de influencia de la planta.
Esta es una de las principales conclusiones de un estudio sobre el impacto socioeconómico del desmantelamiento de la térmica publicado en el último número de la revista Sustainability, una de las publicaciones periódicas más prestigiosas del mundo en el ámbito de la sostenibilidad.
El trabajo está firmado por los economistas Fernando González Laxe, Antonio Javier Prado Domínguez, Manuel Escourido Calvo y Federico Martín Bermúdez y en él se dibuja un panorama más desolador en términos laborales que el de otros informes que se han elaborado en los últimos meses.
El estudio utiliza la metodología de la matriz de contabilidad social, una herramienta apropiada, precisan los autores, para «analizar los impactos socioeconómicos de las diferentes políticas económicas en lugares concretos», como es el caso de As Pontes.
Así, se valoran los «efectos circulares» que una medida exógena puede provocar en la estructura económica de una entidad, también en las locales.
SITUACIÓN «INSOSTENIBLE»
En concreto, de esos 1.178 empleos que el informe prevé que perderá As Pontes, y dejando al margen el asociado a los subsectores industrial y energético, más del 40% (504) están relacionados con los sectores del comercio, transporte y vivienda.
Los especialistas hablan de una situación «insostenible» si se no implementan «políticas para generar opciones de empleo alternativo».
Además, la población activa residente disminuiría un 25%, mientras el número de empleados censados en el ayuntamiento pasaría de los 2.704 a 1.526. Igualmente, el paro casi se cuadruplicaría, desde los 414 parados que refleja el Instituto Galego de Estatística (IGE) en 2019, momento del anuncio del cierre de la central, hasta los 1.592. Por otra parte, apenas un tercio de la fuerza de trabajo pontesa conservaría su empleo en la localidad.
CAÍDA DE INGRESOS MUNICIPALES
El cierre afectará gravemente a los ingresos municipales, una variable que también ha sido analizada por el propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
En su diagnóstico se indica que la contribución de la térmica a las arcas locales es de 2,7 millones en el IBI de características especiales, 670.000 euros del Impuesto de Actividades Económicas y más de 2,5 millones en el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), si bien en este caso se trata de un ingreso puntual. En total, cerca de seis millones de euros que representan alrededor del 40% del presupuesto municipal anual.