El Servicio Marítimo de la Guardia Civil realiza inspecciones conjuntas con el Servizo de Gardacostas de Galicia en el marco de las cuales ha denunciado a dos pesqueros por llevar a cabo transbordos de sardina en el mar y sin autorización en la Ría de Muros.
Según ha informado el Instituto Armado, durante el servicio conjunto realizado por efectivos del Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil con agentes y embarcación de Gardacostas en la Ría de Muros se observó la navegación de un pesquero hacia otro que se encontraba parado en aguas próximas a Lira-Carnota. Tras abarloarse ambos buques, comenzaron a «traspasar cajas de sardina desde las bodegas de uno hacía el otro», han subrayado las mismas fuentes.
Los patrones de ambos pesqueros, tras hacer caso omiso del requerimiento de los agentes de la Guardia Civil para inspeccionar la actividad que realizaban, «soltaron los amarres y se alejaron de lugar imposibilitando dicha inspección», destacan las mismas fuentes.
Tras requerir reiteradamente al patrón de una de las embarcaciones de 45 años, para que permitiese la actuación inspectora, se le ordenó pusiera rumbo al puerto de Portosín, donde finalmente se comprobó que llevaba 2.257,2 kilos de sardina. Además, se constató que la trampilla de desagüe de la bodega al mar estaba atascada por la presencia de una decena de cajas de dicha especie.
La inspección realizada en el mismo puerto al otro pesquero , patroneado por una persona de 35 años, verificó que transportaba 1.331,7 kilos de sardina.
INFRACCIONES
El Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil ha tramitado denuncias por supuestas infracciones a la Ley 11/2008 de Pesca de Galicia, a ambos pesqueros por realizar transbordos de pescado en el mar y sin autorización, así como «por obstrucción a las labores de inspección», añade.
Y concretamente a uno de ellos le ha tramitado denuncia por tener anotados en el diario de pesca 1.300 kilos de sardina, cuando al menos parte de ellos procedían del trasbordo. Además, el importe obtenido por éste por la venta de los 1.331,7 kilos quedó retenido a favor de la Xunta.