El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, ha erigido su gestión, con el foco en la «deuda cero» y la transparencia, en su motivo de máximo «orgullo» desde que tomó las riendas de la institución provincial, al tiempo que ha relativizado el contenido del informe del Consello de Contas que ve «defectos graves» en la contabilidad del órgano provincial correspondiente a 2018.
En una entrevista concedida a Europa Press, Baltar ha subrayado que este informe, que también incide en el elevado porcentaje de subvenciones nominativas y contratos directos que se concedieron en la Diputación, «como todo informe no es nada más que eso y admite alegaciones», como las que hizo la institución. Al tiempo, ha proclamado la «legalidad absoluta» de todas las actuaciones y que ninguna tuvo «reparos» de la Intervención u otro servicio de la administación.
«Nunca tuve que ir a un pleno y levantar un reparo», ha sentenciado, antes de reivindicar la labor que hace «el personal de la casa». «Creo en los profesionales de la casa», ha recalcado, antes de lamentar que, cuando alguno de sus rivales políticos «habla y ataca» lo que hace es cuestionar a «unos funcionarios con habilitación nacional que trabajan aquí». «Y que también son responsables de que estemos liderando en transparencia a los gobiernos provinciales de España», ha apostillado.
«Yo me limito a gestionar. Los resultados están ahí y la legalidad es absoluta. Otros se dedicarán a hacer barullo con esto. Yo soy un colaborador leal de todas las instituciones y un presidente de diputación que siempre comparece en la comisión (de economía) del Parlamento y no como otros», ha añadido, en referencia, aún sin mencionarla expresamente, a la socialista Carmela Silva, titular de la Diputación de Pontevedra, que no acude.
Acerca de si, en todo caso, prepara algún plan para reducir ayudas nominativas o contratos directos, ha replicado que este tipo de vías se utilizan en «todas» las administraciones, desde la autonómica a la central. La diferencia, ha defendido, es que la Diputación ourensana es «tan transparente y abierta» que da a conocer los datos, mientras que de otras, aunque se quisiera fiscalizar, «no habría esa opción».
Y a renglón seguido, ha proclamado que la «concurrencia competitiva» es «una de las máximas» de la institución que preside, además de subrayar que se conceden ayudas y se coopera con municipios «de todos los colores».
LA «DEUDA CERO», DE LO QUE ESTÁ MÁS ORGULLOSO
Precisamente, además de reprobar que haya quienes solo buscan «barullo político», preguntado sobre cuáles son los logros de los que se siente más orgulloso desde que en 2012 se puso al frente de la Diputación, ha situado en primer término la «deuda cero» para citar, justo a continuación, la transparencia y la aprobación de los presupuestos «antes que ninguna otra administración pública».
También ha reivindicado la existencia del «plan de mandato» en el que están incluidos todos los retos y medidas a implementar durante los cuatro años que dura, y ha enfatizado que ya tiene en preparación el siguiente. «Son cuestiones técnicas de gestión posiblemente influenciadas por mi condición profesional de funcionario de carrera de la Comunidad», ha esgrimido.
El presidente provincial también pone el foco en la apuesta termal que ha hecho o en planes de trabajo conjuntos con Portugal –ha celebrado la «batalla ganada» para que Ourense sea la sede gallega de la Casa da Lusofonía–, así como en proyectos que supondrán (sobre todo a las puertas de que el AVE con la Meseta sea una realidad) «un antes y un después» en el ámbito del ocio, como el parque acuático de Monterrei.
Para la apertura de este parque, ubicado en Pereiro de Aguiar, ya hay un horizonte concreto: en palabras de Baltar, se abrirá «en marzo o abril» de 2023, por lo que estará en funcionamiento antes del verano de ese año.
EL PAZO PROVINCIAL, ¿UN HOTEL BALNEARIO?
En cuanto al plan de convertir el Pazo Provincial de la Diputación en el hotel balneario del que carece la ciudad, ha incidido en la necesidad de buscar alternativas para paliar una situación que deriva del «parálisis» urbanístico en Ourense.
En esta coyuntura, ha explicado que impulsó una captación en los terrenos del edificio de la sede de la Diputación y se evidenció que había agua termal. Ahora, se ha encargado un anteproyecto y se trabaja en determinar «si hay caudal suficiente» para una infraestructura termal.
«Creo que estamos a semanas de conocer si ese caudal es suficiente (…). Y yo creo que va a ser así», ha dicho, para concluir que, de confirmarse esa posibilidad, el hotel balneario podría estar listo para abrir sus puertas en el próximo mandato local.
«EN LA OURENSANÍA CABEMOS TODOS»
Preguntado sobre si igual que el alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios e Provincias (FEMP), Abel Caballero, considera que Vigo es su familia, él siente lo mismo con Ourense, ha replicado que para él su provincia lo es «todo». «Me apasiona Ourense», ha proclamado, antes de puntualizar que su familia, que es «perfecta», es la que tiene con su mujer y sus cinco hijos.
En este punto, ha reivindicado, preguntado al respecto, el concepto de ‘ourensanía’ que promueve como «un sentimiento de orgullo y pertenencia a una tierra». «En la ‘ourensanía’ cabemos todos seamos o no de Ourense. Es una forma de vincular la gestión a las cuestiones emocionales que son tan importantes, no solo en la política sino en la vida», ha reflexionado.
De hecho, Baltar, que se opuso en su día al cierre del paritorio de Verín que se pretendía impulsar desde la Xunta (después rectificado), tiene «claro» que para él «primero» está Ourense y luego el PP. Eso sí, frente a las duras críticas del alcalde ourensano, Gonzalo Pérez Jácome, el también presidente provincial del PP está «razonablemente satisfecho» del trato que da el Gobierno que dirige Alberto Núñez Feijóo a la provincia.
A modo de ejemplo, ha destacado la coordinación durante la gestión de la pandemia y ha contrapuesto la labor del Ejecutivo autonómico con el del Gobierno central. El dirigente ourensano es uno de los integrantes de la junta de gobierno de la FEMP, que dirige Abel Caballero, y ha defendido que la federación municipalista ha cumplido su papel en el contexto de la covid-19 pero siendo «absolutamente ninguneada» por el Gobierno de Sánchez.
«Nunca hubo un menosprecio y un maltrato tan grande como en esta etapa», ha lamentado, antes de incidir en el «papelón» de Caballero y en que las entidades municipales no recibieron recursos, pese a ser «la primera puerta» a la que llaman los vecinos, para combatir la covid-19.