La conselleira de Emprego, María Jesús Lorenzana, ha firmado un nuevo convenio de colaboración con el colegio oficial de psicología de Galicia para garantizar un turno de guardia de atención psicológica a mujeres y menores que sufren violencia de género, un programa que cuenta con una aportación de 80.000 euros por parte de la Xunta.
«La atención psicológica es un instrumento fundamental para la prevención y el tratamiento integral de la violencia de género, para la protección y el apoyo a las mujeres que la sufren, pero también para sus hijos e hijas, testigos y víctimas de la violencia familiar», ha destacado Lorenzana, en una rueda de prensa después de rubricar el acuerdo.
El Gobierno gallego reafirma su alianza con el colegio de psicología gallego por tercer año consecutivo. Desde entonces, más de 120 personas resultaron atendidas por el dispositivo.
El turno de guardia psicológica se activa de forma inmediata en los casos de urgencia y garantiza la presencia de un profesional desde el momento posterior de producirse una agresión.
La atención psicológica tiene carácter inmediato en estos casos y se presta en todos los partidos judiciales gallegos a requerimiento de las fuerzas y cuerpos de seguridad.
LA COVID, UN PASO ATRÁS
Por parte del colegio, Rosa Álvarez ha advertido de que la pandemia de la covid «supuso una situación de mayor vulnerabilidad, riesgo y peligro para muchas mujeres y sus hijos afectados por violencia de género».
Hubo hogares «que para muchas mujeres no eran un espacio seguro», puesto que «pasaron a estar con su agresor las 24 horas del día», no solo por el confinamiento, también por la cuarentena, las restricciones y las limitaciones a la movilidad.
En este sentido, también ha apuntado a hogares «que están viviendo mucha tensión por el deterioro de las condiciones laborales y económicas».
Por todo ello, ha lamentado que la covid «trajo un paso atrás para la igualdad y recordó qué frágiles son los avances conquistados».
En cualquier caso, ha reivindicado que «desde el primer momento se trabajó con videoconferencias», lo que «permitió la continuidad de la labor terapéutica, en momentos muy difíciles».
Con «mucho trabajo por delante», Álvarez ha llamado a luchar con una labor de sensibilización para acabar con «muchas conductas normalizadas que son violencia».