El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, ha declarado este viernes en el Juzgado de Instrucción número 1 en calidad de testigo ante el juez que instruye la investigación por el «asalto» a la Alcaldía por parte de un grupo de trabajadores de Ence el pasado 10 de marzo. El regidor ha afirmado que hubo intento de agresión en el altercado.
Fernández Lores ha acudido a la sede judicial de A Parda acompañado de los concejales Eva Vilaverde, Demetrio Gómez y Xaquín Moreda. En declaraciones a los medios de comunicación que allí le esperaban Fernández Lores ha valorado que «actuaciones violentas de este tipo no son de recibo» y ha señalado con respecto a la «Ence borroka» que «no es la primera vez que estos señores invaden el Ayuntamiento y el pleno» y entonces, ha lamentado, «se fueron de rositas por decisión de no sé quien». «A mí no me van a acogotar porque hagan cosas de este tipo, pero es absolutamente desagradable», ha señalado el alcalde capitalino.
Fernández Lores no pedirá indemnización por daños o perjuicios y ni siquiera ha decidido si se personará en la causa abierta a raíz del traslado por parte de la Policía Local a la Fiscalía de un informe sobre el escrache protagonizado por 13 personas que irrumpieron en la Alcaldía alterando el funcionamiento de la administración e increparon, insultaron y arremetieron contra el alcalde y otros concejales el grupo de gobierno que le acompañaban cuando salía del ayuntamiento y, tras ser perseguidos hasta el aparcamiento, los manifestantes «golpearon en el coche, pegaron patadas y echaron escupitajos en el capó».
En su declaración, Lores ha incidido en que «hubo intentos de agresión» contra él que no llegaron a más porque los agentes municipales formaron un cordón de seguridad para proteger su salida, «hicieron un placaje de rugby bien hecho».
«Yo tenía la información de que había posibilidad de que vinieran al Ayuntamiento y se dio orden de que no entraran, otra cosa es que al final entraran, se reforzó un poco el acceso, pero…», ha explicado el regidor nacionalista.
«SABÍAN DONDE VIVO»
Lores también ha indicado que «hubo un detalle que no estaba en el parte». «Y es que la Policía me dijo que, como dijeron que sabían donde vivo, iban a llevar dos patrullas a mi casa. Al final no fueron, pero fue así», ha apostillado.
Finalmente, el alcalde de Pontevedra ha apuntado que «cada uno defiende sus intereses». «Y yo defiendo los de la ciudadanía», ha afirmado y ha concluido que «actuaciones violentas de este tipo no son de recibo».