Alcoa y la sociedad estatal de participaciones industriales (SEPI) continúan distanciadas en sus negociaciones para la venta de la planta de San Cibrao, en Cervo (Lugo), situación ante la cual el comité de empresa advierte de que hay paz social comprometida hasta el 30 de abril pero después los trabajadores no tendrán «problema» en volver a salir a la calle a exigir la continuidad de la actividad.
Al término de una reunión multilateral de seguimiento, en este caso convocada por la propia multinacional del aluminio (que se comprometió a informar de las conversaciones al menos una vez al mes), el secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, ha lanzado un mensaje directo a la empresa: «Que no intente que sean las administraciones las que le vendamos la planta. No es esa nuestra función», ha aseverado.
Blanco, en declaraciones a los medios de comunicación remitidas por el Ministerio de Industria y también por la Delegación del Gobierno, ha asegurado que la SEPI «dará respuesta» a Alcoa respecto a la propuesta que hizo de indemnidad (blindaje ante eventuales reclamaciones judiciales tras la venta), pero ha subrayado que lo hará «dentro del marco jurídico».
«La propuesta que hizo Alcoa no cumple el marco jurídico y por tanto no va a ser aceptada, pero se está analizando qué posibilidades hay para facilitar esa operación», ha afirmado el secretario general.
A renglón seguido, ha hecho hincapié en que la compañía «lo que tiene que decidir ya es vender» y le ha instado a centrarse en esa operación «a terceros», bien sea Alvance (la división de aluminio del grupo Liberty) o bien sean «otros» interesados.
En este sentido, ha sido tajante al pedirle «no utilizar a las administraciones como excusa, porque no son las administraciones las que venden la planta». «Si realmente tiene buena fe, que venda la planta ya y deje de seguir causando daño en A Mariña y venda la planta de una vez a un proyecto industrial viable», ha remarcado.
El titular de Industria ha enfatizado así su petición de que «deje de enredar» (…) «después de tantos años de conocerse». «Que vendan la planta, vamos a hacer desde las administraciones tanto el Gobierno como la Xunta todo lo que haga falta para hacer viable esa operación, y a partir de ahí sin duda eso es posible», ha resuelto.
ALCOA MANTIENE SU COMPROMISO
Por su parte, fuentes de la multinacional han trasladado que «Alcoa mantiene su compromiso de seguir avanzando en las negociaciones para la venta de la planta de aluminio San Cibrao a SEPI».
Pero avisan de que «para que las negociaciones avancen es necesario que haya una respuesta del Gobierno o de SEPI a la hoja de condiciones generales (termsheet) que se envió el 4 de febrero».
«ESTO HAY QUE DESENCALLARLO»
Por su parte, el comité de empresa ha clamado por que «esto hay que desencallarlo» y ha señalado que quienes «tienen que dar solución a todo esto» son «los gobiernos».
Constatados «dos grandes problemas» en la negociación –la cláusula de indemnidad que plantea Alcoa y que el comité ve «ilógico y fuera de la ley» y la solvencia de Alvance–, sobre este último extremo el presidente del comité, José Antonio Zan, ha revelado que Liberty entregó «una documentación que tiene que estudiar el ministerio», que será quien diga «si son solventes o no».
Por su parte, «lo único» que dice el comité es que le da «igual que sea Alvance o que sea cualquier otro grupo industrial que el gobierno dice que existen» –y que muestran interés por la planta–.
«Lo que tienen que comprobar es que sean viables y factibles y si Alvance no da esa viabilidad tendrá que cambiar a otros», ha puntualizado Zan. «Lo que no podemos es seguir y mantener a A Mariña con esta incertidumbre durante más tiempo», ha agregado.
Por eso, durante el encuentro, los representantes de los trabajadores han solicitado dos reuniones, una con las administraciones y otra con Alcoa «antes del 29, antes de que se acabe esa paz social que hay concertada, para saber cómo están las negociaciones y para tener una claridad de cómo está la situación».
En este contexto, Zan ha alertado de que la parte social «no va a tener problema en volver a salir a la calle y volver a luchar». «Hemos comprometido una paz social y hasta el día 29 la tienen, pero aquí queremos movimientos y queremos que se empiece a visualizar que hay acuerdos», ha finalizado.