El presidente del comité de empresa de Alcoa, José Antonio Zan, ha pedido a la multinacional americana que «rebaje» sus exigencias para la venta de la factoría de San Cibrao, en Cervo (Lugo).
Ante la falta de avances en la negociación para la venta a la SEPI (sociedad estatal de participaciones industriales), Zan ha confesado que «tampoco» puede decir mucho más al respecto de las negociaciones entre el Gobierno, a través del Ministerio de Industria, y la compañía.
No obstante, sí que ha objetado que «Alcoa tiene que rebajar sus exigencias de tanta inmunidad que pide y después otras de las cuestiones que está en duda es sobre los requerimientos de solvencia que le pide el gobierno (central) a Liberty», el grupo británico que está detrás de la compra de la planta mariñana.
Zan evita pronunciarse sobre la solvencia de los británicos, y advierte, a renglón seguido, que «si se tiene que vender vale más que se venda de una vez y se haga bien que no hacerlo 14 veces mal».
Sea como sea, se aferra a que si finalmente se vende a Liberty «lo que se tiene que tener claro es que todos y cada uno de los euros que salgan de este acuerdo tienen que revertir en la fábrica». «Si actualizamos las instalaciones y se consigue un marco energético estable, es muy difícil que salga mal la operación», sostiene.
Por todo ello, urge a que «cuanto antes se alcance el acuerdo, que será lo mejor para todos», aunque constata que «las negociaciones con multinacionales suelen ser duras».