Las familia de los dos asesinados a tiros en el crimen de O Ceao, que sigue sin esclarecerse 27 años después, volverán a rendir un homenaje a las víctimas el 30 de abril, con motivo del aniversario del doble crimen.
Fue el 30 de abril de 1994 cuando se hallaron los cuerpos de Esteban Carballedo, que era reponedor en la nave del Cash Record en el polígono industrial de Lugo, y Elena López, cajera en dicho negocio. La hermana de esta última, Isabel, fue quien halló los cadáveres de ambos que presentaban varios tiros con arma de fuego.
Isabel López ha comentado que el homenaje se va a tener que realizar «a través de las redes», y no «presencialmente» como han hecho en los últimos años, también a modo de protesta por la «fallida» investigación que llevó la Policía Nacional y que «dejó muchos cabos sueltos», ha explicado.
«Queremos divulgar que la investigación está como está, a ver si se mueve un poco más. Presencialmente no se podrá hacer por la pandemia, pero hay muchas cosas que se pueden hacer, sobre todo a través de las redes sociales, porque las investigaciones no deben de retrasarse mucho más», ha concretado.
Ahora la Audiencia Provincial de Lugo lleva la instrucción y lo «último» que saben las familias es que «el fiscal autorizó todas las diligencias» que pedía el abogado y que pasaban por la toma de declaraciones a distintos testigos, ha indicado.
«Una de las personas que iba a declarar, que pensábamos que era una pieza importante en el proceso, falleció. Se nos van cayendo las pistas, pero nosotros seguiremos a ver lo que se decide», ha lamentado la hermana de la fallecida.
Las familias del doble crimen siguen considerando como autor a un hostelero del centro de Lugo, que habría sido confidente de la Policía Nacional, y que ahora reside en Burgos. Isabel López se queja porque sigue «sin entender» que no se le tome declaración al «principal» sospechoso. «Uno de los cabos es ese y no sabemos porque no tiran de el. Vamos a seguir presionando a ver sí de alguna manera se puede que se le tome declaración», ha esgrimido.
La pandemia ha paralizado esta investigación, que comenzó en un juzgado de Primera Instancia y ante la ausencia de avances finalmente ha sido la Audiencia Provincial de Lugo la que ha asumido el caso.