El gobierno municipal de Vigo no votará ni abordará la cesión de un local del Casco Vello para instalar una sede del Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC) hasta que el Consorcio acepte tratar su propuesta de alquilar 14 bajos en el barrio histórico.
Así lo ha trasladado este miércoles, en declaraciones a los medios, la concejal de Urbanismo, María Xosé Caride, quien ha explicado que este jueves habrá una reunión del Consejo de Administración del Consorcio del Casco Vello (organismo participado en un 90 por ciento por la Xunta y en un 10 por ciento por el Ayuntamiento).
Según ha denunciado la edila socialista, «de nuevo la presidenta del Consorcio (y delegada de la Xunta, Marta Fernádez-Tapias) ha decidido ignorar la petición del Ayuntamiento» de cesión de 14 locales, durante 10 años prorrogables, a cambio de un alquiler de 30.000 euros anuales.
Caride ha señalado que esos bajos, que «hace más de un año que están abandonados», deben acoger actividades culturales, asociativas y otras iniciativas para «dinamizar» el barrio histórico de Vigo, por lo que «mientras no se incorpore esa petición del gobierno local, hecha en tiempo y forma, no ha lugar a la votación ni posicionamiento del Ayuntamiento sobre la cesión a la Xunta de un local para la sede del CGAC».
La concejal de Urbanismo ha matizado que el gobierno local no se opone a que el Centro Galego de Arte Contemporáneo tenga una sede en el Casco Vello, pero ha reclamado «un trato igualitario», y ha recordado que, mientras que el Ayuntamiento está dispuesto a pagar por alquilar los bajos solicitados, la sede del CGAC sería una cesión gratuita a la Xunta.
«El Ayuntamiento pretende que los locales desocupados sean de utilidad a la ciudad (…) y no entendemos por qué se nos niega esa posibilidad. Mientras el Consorcio no aborde este tema, el Ayuntamiento no puede apoyar la iniciativa de la Xunta», ha sentenciado Caride.
SEDE DEL CGAC EN VIGO
La construcción de una sede del CGAC en el Casco Vello de Vigo, concretamente en el Berbés, fue una iniciativa anunciada por el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a principios de 2020.
En aquel momento, el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, se mostró dispuesto a que se abriera esa sede, pero reclamó un convenio para que tuviera el presupuesto adecuado (al menos medio millón de euros al año) y, posteriormente, exigió que el espacio destinado a esa delegación del CGAC fuese más amplio.