El presidente de Siemens Gamesa, Miguel Ángel López, ha afirmado que «nadie desea cerrar fábricas y reducir su plantilla», pero ha afirmado que tienen la «responsabilidad de salvaguardar el futuro de toda la compañía», incluyendo su presencia en España y, por ello, «no pueden, ni deben eludir este tipo de decisiones cuando sea preciso».
Además, ha reiterado el compromiso de la compañía con España y Euskadi y ha dejado «muy claro» que no tienen «ningún plan» para cambiar su sede social del País Vasco.
Miguel Ángel López ha realizado estas manifestaciones en el transcurso de la Junta de Accionistas de la compañía que se celebra este miércoles en Zamudio (Bizkaia).
En su intervención, ha subrayado que 2020, un año marcado por la pandemia, ha sido un ejercicio «complicado» para la compañía en el que el «desempeño financiero» se ha visto afectado por la situación sanitaria, si bien ha apuntado que las pérdidas no reflejan solo el impacto de la Covid, sino también el «fuerte e inesperado» debilitamiento de algunos mercados clave, como India; así como «ciertas debilidades» en la gestión y ejecución de proyectos.
Miguel Ángel Gómez ha subrayado que la empresa no está satisfecha con las pérdidas registradas en 2020 y por ello está centrando sus esfuerzos «en una mejora significativa» de sus resultados y, aunque, «todavía queda trabajo por delante», se han dado ya «importantes pasos para transformar la empresa, trabajando en recuperar la rentabilidad de la unidad de negocio Onshore y continuando en la senda del crecimiento en las unidades de Offshore y Servicios».
«Estamos convencidos de que la compañía está en el camino correcto, y de que se están sentando las bases para desplegar el enorme potencial que tiene Siemens Gamesa. Recuperar la rentabilidad y generar un retorno sostenible para los accionistas, empleados, clientes y la sociedad en general, ha sido siempre y seguirá siendo una prioridad», ha añadido.
Miguel Ángel López, que se ha mostrado optimista sobre el futuro, ha señalado que, en el objetivo de «restaurar la rentabilidad sostenible», han tenido que tomar algunas decisiones «muy difíciles», incluidos cambios en su presencia industrial que han conllevado el cierre de fábricas en España.
«Nadie desea cerrar fábricas y reducir su plantilla, pero tenemos la responsabilidad de salvaguardar el futuro de toda la compañía, incluyendo nuestra presencia en España; y el equipo directivo no puede, ni debe eludir este tipo de decisiones cuando sea preciso», ha asegurado.
En este sentido, ha indicado que esta medidas han hecho que «se cuestione el compromiso de la compañía con España y con el País Vasco» pero ha querido dejar «muy claro» que su sede social está en el País Vasco, y que no tienen «ningún plan para cambiarlo, ni es algo que se debata».
«España sigue siendo un centro de fabricación e I+D tremendamente importante para nosotros: tenemos nueve fábricas y empleamos a 4.400 personas en el país», ha añadido.
En el caso de Galicia, la multinacional rechazó las alternativas planteadas para la planta de As Somozas (A Coruña) para evitar el cierre de la misma con el consiguiente despido de los 215 operarios a través de un expediente de regulación de empleo (ERE).