En torno a la mitad de los 313 ayuntamientos gallegos –un total de 155– llevan siete días sin registrar ningún nuevo caso de covid-19, aunque realmente la mayor parte de esos ayuntamientos en los que no se han diagnosticado nuevos casos (119) están ubicados en las provincias de Lugo y Ourense.
Así lo evidencia la información actualizada por las autoridades sanitarias gallegas este martes con la incidencia acumulada a siete días, un indicador que hasta ahora no se había hecho público y que ratifica que en torno al 75% de los ayuntamientos de Ourense y Lugo llevan siete días sin diagnosticar nuevos casos.
De hecho, en Lugo solo se han registrado casos en 17 de sus 67 municipios; y en Ourense, en 23 de sus 92 ayuntamientos. En concreto, en Lugo se han computado casos en la última semana en Chantada, Guitiriz, Guntín, Lourenzá, Lugo, Meira, A Pobra do Brollón, Ribadeo, Sober, Vilalba, Viveiro, Burela, O Valadouro, O Saviñao, Rábade, Monforte y Mondoñedo.
En el caso de Ourense, se han sumado nuevos casos en la última semana en Allariz, Arnoia, Barbadás, O Barco, Boborás, O Carballiño, Castro Caldelas, Coles, Cortegada, Cualedro, Xinzo, Leiro, Maceda, A Mezquita, Ourense, Pereiro de Aguiar, A Peroxa, Pobra de Trives, Riós, San Cibrao das Viñas, Verea, Verín y Viana.
En el caso de la provincia de A Coruña, menos del 26% de sus municipios dejaron de computar casos en los últimos siete días. En total, esto ocurrió en 24 de los 93 municipios coruñeses; mientras que en Pontevedra, solo 12 de sus 61 municipios llevan una semana sin computar nuevos casos, lo que no llega al 20%.
EN RIESGO EXTREMO
En el lado contrario están los casos en los que la incidencia es mayor en los últimos siete días hasta caer en el denominado riesgo extremo, cuando se registra una incidencia por encima de 125 casos por cada 100.000 habitantes.
En Galicia hay en torno a una treintena de municipios en esta situación, la mayor parte en la provincia de A Coruña. Ninguna de las grandes ciudades gallegas llega a este nivel, mientras que las provincias de Lugo y Ourense son de nuevo las que registran un menor número de municipios en riesgo extremo.