El tradicional arranque de la temporada turística durante la Semana Santa parece ser que, un año más, no se producirá. Inmersos todavía en la desescalada de la tercera ola de la covid-19, el sector mira para estos días festivos con el «miedo» de poder dar «pasos en falso» y pagarlo durante la temporada de verano, en la que ya tienen la vista puesta.
Cuando está a punto de hacerse un año de las restricciones que han lastrado a este sector todos estos meses, la inmensa mayoría de los empresarios gallegos del ámbito hotelero no depositan esperanzas en la Semana Santa. Más bien al contrario, expresan su temor a que «por unos días a medio gas», las cifras puedan volver a dispararse y lo paguen con restricciones de cara al verano.
Así lo han explicado a Europa Press distintos hosteleros y entidades relacionadas con el sector, que, en las circunstancias actuales, prefieren poner por delante la precaución y la espera a que el proceso de vacunación les otorgue mejores expectativas. Al mismo tiempo, destacan, las reservas son nulas.
Es el caso de la hostelería compostelana, sin reservas para Semana Santa y con la vista ya puesta en el verano. «Tenemos un poquito de miedo a la Semana Santa, que la gente se empiece a mover y empiece a perder el norte y lo paguemos todos en verano», explica Sara Santos, presidenta de Hostelería Compostela.
Frente a ello, Santos apuesta por esperar un poco más, «a controlar más la situación y a que sigan llegando vacunas» para poder «garantizar el verano». «Hay mucha ansia de salir, sabemos que el día que abran va a venir gente, y mucha, pero es mejor que sea con calma», apunta.
Estas expectativas están alimentadas por los propios clientes. Y es que, a finales del mes de enero, los establecimientos compostelanos registraron un pequeño «boom» de reservas de cara al verano, sobre todo para los últimos meses, un proceso que es «lento», pero que esperan consolidar.
De momento, sin actividad apenas en el aeropuerto compostelano y con la comunidad perimetrada, lo esperado no pasa más que porque algunos gallegos cojan el coche y se acerquen a Santiago aprovechando la supresión de algunos cierres municipales.
De hecho, Sara Santos constata que «muchísimos» establecimientos hoteleros de la ciudad permanecen cerrados «y, de momento, sin visos de abrir». «En los hoteles -por el gasto fijo– da lo mismo tener dos habitaciones ocupadas que lleno, para abrir hay que tener un mínimo garantizado», apela.
EVITAR «PASOS EN FALSO»
En la misma línea, desde el Clúster Turismo de Galicia apelan a no mirar a corto plazo y ser «cautos y responsables» para evitar «dar pasos en falso» que prolonguen la actual situación de sufrimiento, tanto de la población como de los empresarios.
«En este contexto, y dada la situación actual, no parece razonable que podamos crear expectativas con respecto a la Semana Santa», apuntan fuentes del Clúster, que apelan a «un escenario de tranquilidad y seguridad que solo llegará cuando se haya controlado la pandemia».
En cualquier caso, el sector no cree que la actividad de Semana Santa, en función de como estén entonces las restricciones, pase de gallegos que se desplacen en su propio vehículo, en grupos reducidos, a destinos «muy cercanos» y durante «periodos muy cortos», algo que todavía no puede considerarse una reactivación.
Por ello, en función de que la gente vaya perdiendo el temor a moverse y avance la vacunación, los responsables del Clúster creen que «es posible pensar que en el verano pueda comenzar ese proceso de recuperación».
Así, instan a prepararse para esta «realidad transitoria», en la que cobra especial relevancia dar seguridad sanitaria a los clientes y actividades en grupos reducidos o al aire libre. «Debemos ser conscientes de que el turismo exterior, con desplazamientos en avión, en tren o en autobús, probablemente no vendrá a Galicia este año», reconocen. Y destacan entonces la importancia de la ampliación del Xacobeo hasta el final de 2022.