La Fundación Monte do Gozo y la empresa especializada en cátering, Lapizka, colaborarán en la formación en labores de cocina de los usuarios de Proxecto Home Santiago, con el objetivo de conseguir su «plena reinserción laboral».
El director-gerente de la Fundación Monte do Gozo, Ramón Gómez Crespo, y el director de Lapizka, Cristian Nocito han firmado este miércoles el convenio de colaboración en la sede de Proyecto Hombre Santiago de Compostela, a cuyos usuarios se dirigirá el plan ‘Una pizka de esperanza’.
El convenio, «buscado, trabajado y compartido» y firmado por un año, según ha explicado Gómez Crespo en rueda de prensa, será «el punto de salida de un proyecto que contempla las salidas profesionales de los usuarios, especialmente en un contexto difícil como es el de una pandemia».
El plan se pondrá en marcha a principios de marzo y participarán, en una primera fase, los usuarios a tratamiento, en grupos de 6 a 10 personas como máximo. Después, participarán ya personas en reinserción, aunque Crespo ha matizado que espera que la afluencia de los ciclos de formación, «vaya aumentando por goteo».
«El proyecto gira en torno a cuatro objetivos principales: formativo, de servicio, laboral y económico», ha detallado Cristian Nocito. En cuanto a la formación, Lapizka pondrá a disposición de los ‘estudiantes’ «los conocimientos y experiencia de la empresa en sus más de 40 años de trayectoria en el sector». Este punto está relacionado íntimamente con la vocación de inserción laboral del plan, «que se convertirá en el paso previo a la salida de los usuarios al mercado laboral».
Respecto a otro de los objetivos, el de servicio, los firmantes del acuerdo han indicado que los participantes en el proyecto elaborarán menús que se servirán en la sede de Proyecto Hombre Santiago, no sólo para los usuarios, sino también para terapeutas y demás trabajadores.
«Tendremos a nuestra disposición las cocinas del Pazo Cernadas, con lo que podremos ofrecer los servicios de cocina a cualquier empresa o institución que desee contratarlos, convirtiéndose ‘Unha pizka de esperanza’ en un proyecto de economía circular» –el cuarto objetivo del plan–, ha señalado Nocito. Una parte de los beneficios se destinarán a la propia Fundación Monte do Gozo.