Un hombre ha aceptado seis meses de prisión por haber accedido a la casa de su expareja en Carballo en junio de 2017. El acuerdo de conformidad entre la Fiscalía, la defensa y la abogada de la víctima, se ha ratificado en la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña con una rebaja de un año de cárcel con respecto a la petición del fiscal.
El hombre ha admitido el delito de allanamiento de morada con agravante de parentesco en la vista, a la que asistió a través de videoconferencia desde la prisión coruñesa de Teixeiro, donde cumple una pena por otro delito. Por esta causa, las partes han acordado que se suspenda la pena de cárcel durante tres años si no vuelve a delinquir y se mantiene a tratamiento contra el alcoholismo.
El acuerdo también incluye la atenuante de embriaguez por su adicción a las bebidas alcohólicas y la orden de alejamiento a menos de 200 metros y prohibición decomunicación con la mujer durante un año y seis meses. La víctima renunció a la indemnización que pedía el Ministerio Público de 2.000 euros por daño moral.
El fiscal solicitaba en el escrito de calificación 18 meses de cárcel porque, tras cambiar la mujer las cerraduras del piso que habían compartido hasta abril de 2017, él «accedió al interior de la vivienda sin el consentimiento de ella» y la esperó en junio de ese mismo año. Al llegar a su casa, la mujer «solicitó auxilio a la Guardia Civil», que llegó cuando él aún estaba en su interior.
SIN DESPERFECTOS
Según el escrito, la pareja tiene un hijo en común y acabaron la relación en abril de aquel año por lo que él abandonó el domicilio común en Carballo. La Fiscalía añade que no hubo «desperfectos de ningún tipo» en el piso, pero sí que la mujer, matiza, «vio alterada no solo su intimidad sino su tranquilidad al desconocer los propósitos de su expareja al introducirse en su domicilio».
El juicio fue aplazado el pasado miércoles porque la sala desconocía que el hombre estaba en prisión cumpliendo otra condena, por lo que tuvo que tramitar la asistencia al juicio a través de videoconferencia desde la cárcel coruñesa.