La CIG ha demandado a los gobiernos de la Xunta y del Estado que intercedan para buscar soluciones para la tripulación de un barco arrastrero con base en el puerto de Vigo que permanece confinada en Brasil tras detectarse un brote de covid-19 a bordo.
En un comunicado, la central nacionalista explica que la embarcación partió de la ciudad olívica el pasado 14 de enero con 64 personas a bordo para faenar en el caladero de las Malvinas.
Previamente, según la expliación de la CIG, se habían llevado a cabo las pruebas de coronavirus entre la tripulación que, además, había guardado una semana de cuaretena en un hotel vigués. De hecho, algunos personas se quedaron en tierra por dar positivo.
Unos diez días después de partir, varios de los embarcados empezaron a presentar síntomas compatibles con el coronavirus, por lo que el capitán se puso en contacto del centro radiomédico de Madrid. Ante el empeoramiento de la situación, se desplazaron a Salvador de Bahía, a donde arribaron el 28 de enero.
Allí permanecen fondeados sin poder desembarcar desde ese día, salvo cinco tripulantes que abandonaron el barco para ser trasladados a centros hospitalarios con diagnósticos de distinta consideración.
La CIG denuncia que las autoridades gallega y española «no se hayan interesado hasta ahora» por los tripulares, al tiempo que censura que sus familiares hayan tenido que esperar hasta este viernes para que la empresa armadora, Puerta Pardo, se pusiese en contacto con ellos.
«Son ciudadanos gallegos y mercen la atención de sus gobiernos», incide la central nacionalista, que demanda a las administraciones «que se pongan manos a la obra de una vez», al tiempo que solicitan a la empresa «que deje de ocultar información y se ponga en contacto con los tripulantes y sus familias».