El plan forestal elaborado por la Xunta plantea impulsar 850.000 hectáreas de monte gallego a través de una serie de iniciativas divididas en quinquenios para cada uno de los cuales se reservan partidas presupuestarias de más de mil millones de euros con los que se pretende adaptar el monte de Galicia a «las necesidades» de la sociedad gallega, los marcos europeos y estatales, así como avanzar hacia la «transición ecológica» y la «descarbonización».
El director xeral de Planificación e Ordenación Forestal, José Luis Chan, ha sido el encargado de presentar ante la Comisión 7ª de Agricultura, Alimentación, Gandaría e Montes del Parlamento gallego el plan forestal diseñado por la Xunta a partir de algunas de las conclusiones de la comisión de incendios desarrollado en la Cámara autonómica.
Allí, donde ha dado cuenta de un plan que se encuentra en tramitación parlamentaria previo paso a su devolución al Consello de la Xunta para su aprobación definitiva, los grupos de la oposición (BNG y PSdeG) han criticado un documento en el que ven «prisas», «falta de participación» de los sectores implicados y que consideran que llevará a «perpetuar» los problemas actuales del monte gallego.
Y es que tanto la diputada del BNG María González Albert como el socialista Martín Seco han subrayado en sus intervenciones que la ausencia de un análisis sobre el estado actual del monte gallego lastra el desarrollo de las actuaciones. «Es como si pretendiesen curar a un enfermo sin saber qué tiene», espetó Martín Seco, en la línea de lo expresado por González Albert, que se preguntó «cómo ordenas algo si no sabes lo que tienes».
Como ejemplo de ello, ambos diputados se han detenido en el apartado que fija como objetivo reducir un 5% la masa de eucaliptos que marca el plan con el horizonte del año 2040. Para la oposición, «no» se establece cuál es la referencia a tomar para dicha disminución de la presencia del ecualipto en el monte gallego y censuran que se permita un aumento del 3% de esta especie hasta el año 2023.
SEIS EJES, CASI 5.000 MILLONES
Así las cosas, según ha detallado Chan, el plan se divide en seis ejes de actuación con medidas a desarrollar por quinqenios que suman un total de 4.900 millones de presupuesto hasta 2020, procedentes de las arcas públicas (4.000 millones) y de fondos privados. Las cantidades a invertir cada lustro irán aumentando progresivamente desde los 1.050 millones contemplados para los cinco primeros años a los 1.410 millones de los últimos.
Los seis ejes de actuación atienden a la conservación de los recursos forestales a través de su gestión activa, la lucha contra el abandono rural, la gestión sostenible movilizando recursos madereros y no madereros, la «apuesta» por la investigación y el desarrollo, y, por último, un modelo de gobernanza que pase por la planificación territorial con un marco normativo «ágil, seguro y estable».
El responsable de Ordenación Forestal puso énfasis en la actualización y modernización de las herramientas de inventariado de los recursos forestales. Un objetivo fijado en el plan que se abordará con el desarrollo de algoritmos que permitan discernir cómo están compuestas las masas frondosas mixtas.
En este sentido, se contempla un plan de digitalización impulsado por la Consellería do Medio Rural para contar con un sistema de aplicaciones que permitan analizar las características del territorio, los propietarios, el catastro o sus actividades. Todo ello en herramientas que, según Chan, volcarán información «casi a diario» en las plataformas.
FRONDOSAS
Otro de los aspectos destacados por el resposnable de Ordenación Forestal en la exposición del nuevo plan fueron las actuaciones de cara a la recuperación de frondosas hasta alcanzar las 425.000 hectáreas, con especial atención a los sotos de castaños tradicionales (8.000 hectáreas) y de los destinados al producción de castaña y madera (16.000 has).
En cuanto a los eucaliptos, especie de la que Chan defendió su esfera «productiva, básica para la economía de las familias y el sector forestal», el director xeral subrayó que se contempla una reudcción del 5% hasta 2040, así como la reconversión de 20.000 hectáreas en masas de otras especies.
Además, también ha destacado las acciones de «mejora» de la gestión y productividad de los eucaliptales existentes, el «refuerzo» de las tareas de control en las nuevas plantaciones y la «potenciación» de la silvicultura, así como la adopción de medidas orientadas a «reducir combustibilidad» de las masas.
«FRENTE» CONTRA EL PLAN
Por otra parte, este jueves, un «frente» compuesto por una docena de colectivos sociales, plataformas medioambientales y sindicatos (en las que figuran la CIG, Adega, APDR, Fruga, SLG o Greenpeace, entre otras) han mantenido un encuentro con miembros del Grupo Parlamentario Popular para trasladarle su rechazo a un plan que creen «carente» de participación social y pensado para favorecer a las grandes empresas.
Para estas entidades, el plan elaborado por la Adminstración autonómica, que consideran que parte de una análisis «desfasado» de la realidad del monte gallego, «fomenta el monocultivo» y el «aumento» de especies pirófitas e «invasoras», además de «favorecer» la «vulnerabilidad» de los bosques al cambio climático y a los incendios forestales.