Diputaciones y ayuntamientos gestionarán por separado las ayudas que destine cada una de estas administraciones a tratar de paliar el efecto de la crisis de la covid en la hostelería, después de fracasar el intento de configurar un fondo común con la Xunta.
Al romperse las negociaciones con el Gobierno gallego, el viernes pasado, algunas partes plantearon la posibilidad de que existieran «dos fondos», uno, el de la administración autonómica (con 75 millones), y otro, el del «municipalismo», en palabras del vicepresidente del organismo provincial de A Coruña, Xosé Regueira.
Por parte del municipalismo, en los encuentros de la semana pasada, las diputaciones se comprometieron a poner un 1% de sus presupuestos (unos 5,5 millones entre las cuatro) y al menos los grandes ayuntamientos gallegos también (en torno a 9,4 millones).
En esta línea, el presidente de la Fegamp, Alberto Varela, uno de los principales partidarios de que fueran los ayuntamientos y no la Xunta los que gestionasen estos recursos (motivo que precipitó el fracaso del plan común), habló de la posibilidad de que continuasen las conversaciones.
Sin embargo, este lunes, fuentes de la federación gallega de municipios y provincias consultadas por Europa Press han señalado que las ayudas las dará cada ayuntamiento «por su cuenta».
Igualmente, fuentes de la Diputación coruñesa han señalado que no tendría «mucho sentido» un fondo común «sin la participación de la Xunta», ante lo que han reivindicado el programa existente en la institución en busca de la reactivación de la economía de la provincia.
De hecho, defienden que este programa «es un fondo común del municipalismo a nivel provincial, ya que la Diputación pone el 80% (10 millones) y los ayuntamientos el 20% (2,5 millones)». «En el caso de las ciudades, los fondos de la Diputación se suman también a los planes de estas, como el Presco de Coruña o el PAME de Ferrol. Las ayudas las tramitan y adjudican los ayuntamientos», explican.