Los gallegos afrontan durante las próximas tres semanas las medidas restrictivas más duras para frenar la covid-19 desde el confinamiento domiciliario y que extienden, entre otras cuestiones, a toda Galicia la prohibición de mantener reuniones públicas o privadas con personas que no convivan en el mismo domicilio.
Sin embargo, las más de 280.000 personas que viven solas en Galicia según los últimos datos oficiales del INE cuentan con una vía de escape para paliar esta soledad, que puede prolongarse. A imagen de lo que ya se incluyó en otras normas a nivel europeo, como en Bélgica, el decreto de la Xunta que ha entrado en vigor la pasada medianoche permite a los gallegos que viven solos quedar entre ellos, eso sí, siempre que residan en el mismo municipio.
Según han confirmado a Europa Press fuentes de la Consellería de Sanidade, las contadas excepciones para mantener reuniones fuera de los grupos de convivencia estable, como es el caso de las personas que residen solas, permite vulnerar la norma que limita los encuentros a convivientes, pero en ningún caso saltarse el cierre perimetral impuesto para todos los ayuntamientos gallegos de forma perimetral hasta el 17 de febrero, así como para el conjunto de la comunidad.
Con ello, las personas que viven solas en Galicia «podrán formar parte de una única unidad de convivencia ampliada», esto es, mantener encuentros o reuniones con personas no convivientes, pero limitadas exclusivamente a otra persona que viva sola. Es decir, la norma permite encontrarse entre ellas a dos personas que vivan solas en el mismo municipio, pero no que éstas visiten a unidades de convivencia de más de una persona o traspasar los cierres perimetrales para ello.
OTRAS EXCEPCIONES A LA CONVIVENCIA
Del mismo modo, el decreto publicado en el Diario Oficial de Galicia permite la reunión de hijos menores con sus padres con los que no convivan, como puede ser el caso de personas separadas o divorciadas. Sin embargo, también en esta ocasión deberán residir todos en el mismo ayuntamiento.
A mayores, Sanidade permite la reunión de personas casadas o a las que vincule una relación de pareja, aún cuando no convivan en el mismo domicilio, nuevamente siempre cuando estén dentro del mismo término municipal.
Finalmente, se exceptúan de la regla de reuniones con convivientes las visitas para «el cuidado, atención o acompañamiento a personas menores de edad, mayores, dependientes, con discapacidad o especialmente vulnerables»; las actividades laborales, institucionales, empresariales, profesionales, sindicales o de educación o por causa de fuerza mayor. También podrán viajar en un mismo vehículo particular las personas no convivientes que trabajen juntas, aunque solo para el trayecto de ida y vuelta al centro de trabajo.
En todo caso, «se recomienda restringir al máximo la interacción social y que los encuentros queden limitados a la unidad de convivencia» en la medida de lo posible.
ACOMPAÑAMIENTO EN CENTROS SANITARIOS
Dentro de este decreto de medidas para prevenir la expansión de la covid-19, Sanidade establece una protección adicional en centros y servicios sanitarios.
En particular, limita las visitas y establece que «solo se permitirá la presencia» de un acompañante en estos centros en casos de pacientes menores, mayores dependientes o mujeres gestantes, esta última una inclusión que no estaba detallada previamente de forma expresa.
Los titulares o directores de los distintos centros, servicios y establecimientos sanitarios, tanto de naturaleza pública como privada, deberán adoptar medidas organizativas, de prevención y de higiene para evitar contagios, tanto para su personal trabajador como para los usuarios, establecer medidas de distancia, circuitos de acceso y gestión de espacios en todos sus ámbitos.