El impacto de la COVID-19 también se dejó notar en la producción y gestión de los residuos urbanos por parte de los ciudadanos, según informa Sogama que asegura que la basura convencional depositada en el contenedor verde descendió un 0,72%, bajando de las 800.802 toneladas de 2019 a las 795.052 toneladas de 2020.
«Estos datos confirman la tendencia observada desde marzo del pasado año, cuando la pandemia irrumpió con virulencia en la vida de la población, modificando hábitos y comportamientos», señala.
La mayor caída en la producción de desechos tuvo lugar en las seis grandes ciudades que utilizan los servicios de esta empresa pública, representando un total de 14.947,88 toneladas.
«Se constató en mayor medida en Santiago de Compostela, con un -10%, seguida por Vigo, con un -5,89%, Ourense, con un -5,4% y Pontevedra, con un -4,06%», añade. Lugo, se saldó con un -3% y Ferrol, con un -1,19%. «Todas muy por encima del -0,72% global del conjunto de los ayuntamientos adscritos al sistema Sogama», recalca.
De las 275.400,61 toneladas generadas por las seis urbes en 2019, se bajó a 260.452,78 en 2020, lo que representa una disminución del 5,43%. Atendiendo a las cuatro provincias, el mejor comportamiento en la menor producción de residuos se registró en la de Lugo, con -1,47%.
El objetivo de la compañía es «aprovechar esta tendencia a la baja para incidir, desde la dimensión formativa y de concienciación social, en la importancia de seguir primando el consumo responsable y la menor generación de desechos, sin olvidar la correcta segregación de los mismos en origen y posterior depósito en los contenedores de recogida selectiva con el fin de propiciar su transformación en nuevos productos».