La Consellería de Cultura, Educación e Universidade mantiene la vuelta a las clases tras las vacaciones de Navidad para el viernes 8 de enero, porque esta es la «decisión sanitaria» hasta el momento y porque permite «no entorpecer la conciliación de las familias».
Así lo ha defendido el conselleiro del ramo, Román Rodríguez, en declaraciones a los medios este sábado durante su visita a las obras del CEIP de Vilalonga, en Sanxenxo (Pontevedra). Desde allí, ha insistido en que, con el calendario escolar en la mano y salvo que la evolución de la situación sanitaria recomiende lo contrario, los estudiantes gallegos volverán a los centros el 8.
«Obviamente, para no entorpecer la conciliación de las familias, la normalidad es mantener el calendario el día 8 salvo que la situación sanitaria, y obedeciendo a criterio sanitario, se plantee incrementar un día más las vacaciones de Navidad y empezar el curso el día 11», ha expresado, en la línea de lo que demandan algunas asociaciones de padres y sindicatos.
En este contexto, ha reiterado que «se tomará la medida pertinente» en función de cómo vaya la pandemia, pero ha rechazado «afectar a la conciliación»: «Porque si algo nos enseñó la pandemia es que el sistema educativo influye muchísimo en la vida cotidiana y en la conciliación de cientos de miles de familias».
No en vano, Rodríguez también ha recordado que, a excepción de algunas como Cataluña, «una gran mayoría» de comunidades autónomas «inician el curso el 7 o el 8» tras el parón de las fiestas.
ANPE PIDE «RETRASAR»
Tras estas declaraciones del conselleiro, el sindicato educativo ANPE ha reiterado su «recomendación de ver cómo avanza la pandemia» tras Fin de Año para estudiar «retrasar la vuelta a las aulas» al lunes 11 de enero. «Insistimos que es una medida sanitaria que el comité clínico –máximo órgano asesor de la Consellería de Sanidade– no debe descartar hasta ver cómo vamos evolucionando», expresan fuentes de la organización.
Además, ANPE, que avanza que «estará vigilante», rechaza el argumento ofrecido por Román Rodríguez sobre la conciliación: «No es una respuesta adecuada ante un problema sanitario de tal magnitud. No se pueden poner por delante las distorsiones familiares a la salud de casi 500.000 personas que conviven en los centros educativos gallegos».
Al hilo, el sindicato reclama también que se haga una prueba PCR al profesorado de cara a la vuelta a las aulas tras las vacaciones, una medida «ya aprobada en otras comunidades».