La conselleira do Mar, Rosa Quintana, ha tachado de decepcionantes las cuotas de pesca fijadas para 2021 y ha lamentado la «poca sensibilidad» mostrada por la Comisión Europea hacia un sector que fue declarado actividad esencial durante la pandemia, cuando trabajó «todos los días» para «poner alimentos de calidad en las mesas de todos los consumidores comunitarios».
Así se ha referido, en declaraciones remitidas a los medios, al acuerdo alcanzado este jueves en el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) sobre los totales admisibles de capturas (TAC) y las cuotas en aguas comunitarias para 2021, en el que ha participado en representación de las comunidades autónomas de España aunque no de modo presencial por las restricciones derivadas de la pandemia.
A este respecto, ha reprobado que el acuerdo implique rebajas en muchas especies de interés para la flota gallega y que los avances respecto a la propuesta inicial de la Comisión Europea hayan sido mínimos «después de tantas horas de negociación».
La titular autonómica de Mar ha resaltado la incerteza que genera el Brexit y las escasas posibilidades de pesca para todo el Cantábrico. Así, ha incidido en que «la situación es compleja», por lo que ha afirmado que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación «no puede estar satisfecho» con el acuerdo.
En este sentido, Rosa Quintana ha destacado el trabajo realizado desde la Xunta «de la manera más leal posible con el Ministerio» mediante la aportación de «datos» y «argumentos», que ha lamentado que «no se viesen reflejados en las posibilidades de pesca que hay».
De este modo, ha criticado que el Ejecutivo comunitario priorizase aspectos medioambientales sobre los económicos y sociales pese al esfuerzo realizado por el sector pesquero gallego para mantener en buen estado los caladeros en los que faena.
RECORTES
Sin embargo, ha valorado que el recorte en la merluza del sur haya pasado del 13% previsto al 5% y que «exista la posibilidad de evaluar de nuevo en mayo los datos de la cigala del Cantábrico y poder ir a su apertura posterior». También ha considerado positiva la subida del 3,5% en la cuota de anchoa en el Cantábrico.
El acuerdo alcanzado incluye además recortes del 7% en el lenguado en aguas de Francia, del 20% en esta especie en el Cantábrico y de casi el 4% en la cigala en Portugal, así como del 15% en el golfo de Cádiz. En cambio, se mantiene estable la cuota de abadejo en Francia.
Respecto al Mediterráneo, ha asegurado que «supone un duro golpe que se vea reducido aún más el esfuerzo de los días de pesca» y ha recordado que se pasó de proponer una reducción de esfuerzo del 15% al 7,5%. Sobre este punto, ha subrayado que el caladero del Mediterráneo «se puede recuperar pero a un plazo mucho más largo» sin que ese proceso se realice «a golpe de desguazar flota del sector pesquero» de la zona.
Asimismo, ha expresado su preocupación respecto al establecimiento de medidas técnicas de protección del bacalao en el Gran Sol, que hace que se prevea un endurecimiento de la normativa de las artes empleadas por el arrastre gallego. Por ello, la delegación gallega ha concluido que el acuerdo es negativo para el Cantábrico-Noroeste.
No obstante, la conselleira do Mar ha animado al sector pesquero «a seguir trabajando como lo está haciendo», ya que «no está nada perdido». Así, ha llamado a mantener la línea de trabajo desarrollada en Galicia y ha insistido en la importancia de poder acreditar ante la Comisión Europea que esta actividad «puede seguir teniendo futuro».