El Bloque Nacionalista Galego ha instado al Gobierno español a modificar el proyecto de Real Decreto por el que se establecen normas para la nutrición sostenible de los suelos agrarios para que se contemple la realidad gallega y se evite «un nuevo ataque» al sector ganadero de la comunidad.
Así lo ha demandado en una proposición no de ley registrada en la Cámara baja el diputado Néstor Rego, que critica que, «una vez más, el Gobierno del Estado pretende regular la aplicación de purines y estiércol en aras de una supuesta contaminación de aire por amoníaco, sin tener en cuenta la realidad» de Galicia.
El diputado del BNG en el Congreso ha censurado que el Ministerio no se atreva a llevar la contraria a los lobbies del porcino y de los abonos sintéticos y pretenda que se repercutan esas emisiones de amoníaco al sector ganadero de vacuno, tanto de leche como de carne, principalmente de Galicia y de la cornisa cantábrica.
El BNG avisa de que si esta normativa entrase en vigor sin una revisión sustancial, se daría un «golpe mortal» a la ganadería gallega. «Una vez más, poniendo en riesgo a los sectores de leche y carne de vacuno que cumplen la importante función de mantener viva la economía y fijar población en amplias zonas del rural gallego, siendo especialmente importante la ganadería extensiva de montaña», ha destacado el diputado nacionalista.
Según denuncia, el proyecto obligaría a implantar en estas explotaciones toda una serie de requisitos para, teóricamente, controlar y racionalizar el uso de fertilizantes y purines. Con todo, señala que el principal problema se encuentra en la difícil adaptación o en el cambio de toda la maquinaria de aplicación, que haría imposible que puedan ser usadas en la mayor parte de los terrenos gallegos.
Nestor Rego señala también que el borrador ignora las buenas prácticas agrícolas como efecto reductor de emisiones. «Entre ellas estaría la promoción del pastoreo y el incremento de la ganadería extensiva, lo que tendría otros beneficios, además de la reducción de emisiones», señala.
Por todo ello, insta al Gobierno español a elaborar un plan que incluya las medidas necesarias para la extensificación, el pastoreo y las buenas prácticas agrícolas que redunden en la disminución de amoníaco, en el bienestar animal y en la calidad de los productos agroganaderos.
«Esta nueva amenaza al sector ganadero gallego pone en evidencia la necesidad de que Galicia tenga capacidad plena para decidir de forma soberana sobre su economía como único modo de evitar que decisiones adoptadas en Madrid perjudiquen sus intereses», zanja.