Anova ha denunciado la «ausencia» de un instrumento de protección paisajística en los parques eólicos en trámite en los ayuntamientos coruñeses de Outes, Mazaricos y Negreira, así como el «nulo respeto» a la ciudadanía y los municipios.
En un comunicado, la formación ha reprobado que «todas las malas prácticas de la Xunta en el sector» se reproduzcan en estos casos y ha criticado la articulación de una normativa «a medida de las grandes empresas» y la «fragmentación artificial de parques», así como la «aplicación de un Plan eólico obsoleto».
Precisamente, este lunes, el portavoz de Anova, Antón Sánchez, se ha reunido con la plataforma Quijote de Outes, con la que ha coincidido en «la necesidad de parar el proceso de espolio que se produce en Galicia con el viento, unificando las diversas luchas que surgen a lo largo del país», según ha trasladado la formación.
Asimismo, han abordado los cinco parques eólicos proyectados en Outes, Negreira y Mazaricos, que se sumarían a los cuatro existentes. De este modo, la plataforma se ha mostrado preocupada por la gran densidad de parques del municipio y la cercanía de los aerogeneradores a los núcleos de poboación, así como los ruídos constantes que pueden causar.
Anova ha comprometido su apoyo a «su lucha frente a la entrega constante del gobierno del Partido Popular a los intereses de grandes empresas» que «obvia la voluntad de la gente». En este sentido, ha tachado de «indignante» que «para el gobierno popular sea indiferente» que los municipios donde se asientan estos parques «estén frontalmente opuestos».
CRÍTICAS A LA XUNTA
Sánchez ha acusado a la Xunta de «vender el país a pedazos y a precio de saldo» con «legislación hecha a medida del capital especulativo, con normativa obsoleta y su aplicación fraudulenta». «Desprecian lo que dice la gente que vive en el rural y los ayuntamientos afectados», ha lamentado el portavoz de Anova, quien ha asegurado que debe cesar el Plan eólico de Galicia «para que exista una política energética justa y democrática».
También ha denunciado que «la fragmentación artificial de los parques», como en el caso de los que se tramitan en Outes, Mazaricos y Negreira, «para evitar una correcta evaluación ambiental, es una argucia que sistemáticamente permite el Gobierno gallego conscientemente».
No obstante, Antón Sánchez ha resaltado que «la lucha en común» de plataformas y colectivos que «se enfrentan al modelo de depredación y venta del país» podrá «frenarlo y sentar las bases de un modelo alternativo para el futuro».