Numerosos profesionales de la hostelería de los municipios de Pontevedra, Poio y Marín arropan a once empresarios que este lunes han iniciado un viaje andando hasta el Congreso de los Diputados, en Madrid, para pedir un «rescate» para el sector.
Esperan llegar a la capital española el próximo día 21, es decir, calculan 14 días de caminata. Tienen previsto realizar una media de 40 kilómetros al día, exceptuando la primera etapa, que será la más corta, con un trayecto de alrededor de 20 kilómetros.
Cuentan con que las próximas dos semanas sean muy duras dada la época del año y la amenaza de temporal que hay en gran parte del país, pero esperan recabar el apoyo de otros hosteleros, autoridades o ciudadanos de a pie que quieran acompañarlos un tramo del camino a lo largo de su localidad para ayudarles a dar visibilidad a esta causa.
De hecho, la Asociación Hosteleros Empresarios de Pontevedra (Hoempo) ha lanzado una campaña solidaria para que el ‘Equipo Rescate Hostelería’ –como así se hacen llamar– pueda comer y dormir durante el trayecto sin que ello suponga un gasto económico importante.
La salida ha sido desde la Plaza de España de Pontevedra, después de una manifestación que ha recorrido varias calles de la ciudad y tras la lectura de un manifiesto dirigido a las autoridades locales, autonómicas y nacionales.
RESPALDO DE PP Y PSOE
Antes de poner rumbo a la capital, los representantes de los grupos municipales del PSOE y del PP han expresado su respaldo a un sector que se declara «arruinado» después de diez meses de pandemia en los que se le ha «criminalizado, acusado y discriminado, haciéndolo culpable del aumento de casos positivos por covid-19 en cada desescalada», según han afirmado en un manifiesto.
Así, han asegurado que muchos negocios ya han cerrado sus puertas para siempre y otros muchos se verán obligados a hacerlo en un corto período de tiempo si la situación no cambia.
También han lamentado los suicidios de compañeros que llegaron al límite y han cargado contra las últimas medidas implementadas en Galicia, porque son «inviables para el 95% de los negocios».
Desde Hoempo han añadido que los empresarios siguen pagando todos los impuestos «y si les permiten aplazarlos, pagan intereses» y las ayudas no llegan a sus destinatarios.
«No hay ayudas. De todo lo que ofrecen, la letra pequeña se come a la grande y, consecuentemente, el 80% de los negocios quedan excluidos de dichos aportes económicos por parte de las Administraciones», han criticado.