La secretaría de la Alcaldía de O Carballiño (Ourense) desde el año 2002 ha asegurado que accedió al puesto después de que se produjese una jubilación. «Habría otra persona que se jubiló y me pusieron a mí», ha sostenido.
En la octava jornada del juicio en el que se acusa al que fuera líder del PSdeG y alcalde del municipio Pachi Vázquez, y otros 4 ex ediles de un delito de prevaricación por la contratación de 60 personas, han comparecido parte de los testigos de la defensa.
Entre ellos la secretaria del alcalde desde el 2002, quien ha explicado que ejerce la función a pesar de que comenzó a trabajar para el ayuntamiento a través de la Oficina de Turismo. Además, ha indicado que obtuvo plaza de funcionaria como auxiliar administrativa.
En su intervención, ha sostenido que el alcalde siempre se reunió, una vez a la semana, «con secretaría e intervención» para la logística de los asuntos del ayuntamiento, como la contratación de los distintos empleados.
Asimismo, ha afirmado que los decretos y resoluciones son responsabilidad de cada departamento y que al alcalde «le llegan firmados ya con anterioridad por la secretaria del ayuntamiento». «Después se guardan en el libro de decretos», ha explicado.
Preguntada sobre si las advertencias sobre expedientes incompletos, que en vistas anteriores los secretarios del Ayuntamiento han manifestado haber hecho, habían llegado a su conocimiento, ha incidido en que «delante» de ella 2no hubo ningún tipo de advertencia ni verbalni de otro tipo».
BIBLIOTECARIA
Otra de las testigos que ha comparecido este viernes se encuentra en la actualidad ejerciendo la labor de bibliotecaria y archivera. Con todo, ha explicado que, durante mucho tiempo, desempeñó las funcionesde secretaria e incluso de interventora accidental, ya que que es auxiliar administrativa de intervención.
«Cubría bajas y distintas vacaciones cuando alguna de las secretarias e incluso la interventora se ausentaban», ha manifestado para asegurar que estuvo «un poco en todos los papeles».
Por sus funciones como interventora accidental, así como delegada sindical, ha sido preguntada sobre los contratos de indefinidos. Al respecto, ha indicado que «muchos se hicieron por decreto de Alcaldía porque estaban empezando a denunciar en los juzgados y le daban la razón», así que «para no perder más dinero y tiempo en juicio» los sindicatos—no ha sabido precisar si todos— «pusieron en constancia la importancia de fijar a los trabajadores y hacerlo de la forma más rápida y menos costosa posible», exponiendo que fue «a través de pacto plenario y decreto de Alcaldía».
CAOS EN EL ARCHIVO
Sobre el archivo, ha manifestado que, durante todo su transcurso, el archivo «era y es un desastre». Así, ha indicado que e encuentra dividido entre distintas estancias pero que «en la del Ayuntamiento puede entrar cualquiera, no tiene una gran dificultad». «En teoría sólo tengo yo la llave pero eso no es así», ha afirmado.
Además, ha puntualizado que, «desde siempre, ha estado mal organizado», una explicación similar ha dado el agente notificador que sigue en supuesto desde el 2002.
«Es muy fácil que se pierda documentación, vi como la tiraban de carretillas al camión de la brigada obreros con la funda de trabajo. De allí la tirarían a la nave sin saber nada sobre como realizarlo, habría que haberlo llevado custodiado y pedir firmas de lo que se entregaba pero no se hizo», ha aseverado.
Además, ha corroborado la versión de la bibliotecaria al incidir en que el archivo tiene un acceso muy fácil, «desde la calle podría entrar cualquiera y no se enteraría nadie».
Por su parte, la última testigo de la defensa ha subrayado que «hubo un tiempo en que el archivo era la niña mimada del Ayuntamiento» puesto que no había procedimientos informáticos «y había que esforzarse porque estuviese ordenado». «Pero después se desvalijó, era un caos, es fácil que se extraviase documentación porque destruyeron mucho material, yo vi que picaban mucho», ha apostillado.
REQUERIMIENTO DE INSPECCIÓN
En la sesión han comparecido parte de los 60 trabajadores manteniendo las mismas afirmaciones que en fechas anteriores. Así, han indicado que los contratos eran anuales pero que, para renovarlos, había procesos diferentes, «solo se firmaba», que «había pruebas de selección nuevamente» o «otro concurso de méritos».
En común mantienen haber pasado «las entrevistas en el salón de pleno» pero también señalan que se convirtieron en indefinidos por requerimiento de una inspección de trabajo alrededor del año 2008-2009.
«Yo tenía la condición de indefinido por el requerimiento de inspección de trabajo pero fui al juzgado para reafirmarlo», ha manifestado uno de los testigos. «¿Reafirmarlo ante quién, quién lo dudaba?», ha cuestionado Fiscalía.
«Era conocido por todos que había una querella de fiscalía y por miedo a que pudiese afectar a los contratos fuimos al juicio y ganamos», ha explicado.