Los dos primeros ejemplares de lobos marinos localizados en esta temporada de avistamientos de esta especie en la costa gallega, que acaba de comenzar, lo que representa un adelanto respecto a las de años anteriores, han sido rescatados.
Los animales localizados en las últimas tres semanas han sido dos cachorros que en este momento se encuentran en la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma), en Nigrán (Pontevedra), donde se recuperan de sus heridas, según ha detallado la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda.
El primero de los lobos marinos, Rube, fue fotografiado por primera vez el pasado 15 de noviembre en la playa de Vilarrube de Valdoviño (A Coruña), en la ría de Cedeira. Este cachorro macho de 11 kilos solo cuenta con unas pocas semanas de vida y llegó a la costa gallega procedente de colonias del norte de Europa, probablemente de Irlanda.
Dos días después de ser avistado, Rube quedó atrapado en un palangrillo del buque ‘Meixón’. Posteriormente, fue trasladado desnutrido y con varias heridas y una afección respiratoria a la UCI del centro de coordinación de la Red de Varamientos de Galicia, en Nigrán, cuya única entidad autorizada para el control y rescate de ejemplares es la Cemma.
SEGUNDO EJEMPLAR LOCALIZADO
El segundo ejemplar se identificó el pasado fin de semana en la playa de Barizo, en Malpica (A Coruña). Así, se procedió a realizar un seguimiento para observar si podía regresar por sí mismo al mar, pero el pasado sábado se decidió su traslado a la UCI de Nigrán.
Este lobo marino, un macho de menos de dos meses y 19 kilos de peso, ha sido denominado Pabbar. Presenta una limitación de movilidad en el tercio posterior del cuerpo por luxación articular y una pequeña obstrucción digestiva y se encuentra muy deshidratado. Por el momento, permanece en situación crítica.
Estos dos lobos marinos permanecerán en las instalaciones de Nigrán hasta que se recuperen de sus heridas y ganen peso, tras lo que previsiblemente serán trasladados al Instituto de Formación Acuícola de la Illa de Arousa (Pontevedra), que cuenta con espacio y piscinas al aire libre.
Cuando puedan valerse por si mismos, la Xunta y la Cemma solicitarán la colaboración de algún arrastrero de la flota gallega que faena en el Gran Sol para su liberación, que probablemente se realizará en aguas irlandesas.