El presupuesto con el que contará la Corporación de Radio e Televisión e Galicia (CRTVG) para el próximo año ascenderá a un montante de 110,4 millones. Un montante que, a pesar del incremento de la aportación del Gobierno autonómico, implica una leve caída que la propia entidad pública achaca a la previsión de los ingresos comerciales y por publicidad.

El director xeral del ente público, Alfonso Sánchez Izquierdo, detalló este miércoles en sede parlamentaria las principales líneas que marcan este documento y para avanzar las características que centrarán su acción para encarar este nuevo año.

«Creo que es un presupuesto suficiente para la gestión de servicio público que tenemos que desplegar», ha considerado, quien ha reconocido su preocupación por las previsiones de reducción de los ingresos comerciales y por publicidad (en total ascienden a 6,1 millones), que atribuye al impacto del contexto de covid, el cambio en los hábitos de consumo o incluso en las operaciones de las corporaciones mediáticas estatales.

En todo caso ha reivindicado el equilibrio presupuestario logrado por el ente público y que permitirá contar con un «horizonte de estabilidad», además de la previsión de ir recuperando paulatinamente este nivel de ingresos comerciales hasta lograr las cuotas anteriores a la pandemia.

La aportación de la Xunta alcanza, además los 103,5 millones de euros, mientras que el resto proceden de ingresos publicitarios netos, otras ventas o ingresos de gestión.

Las grandes partidas del presupuesto se sitúan, principalmente, los capítulos de recursos humanos y los dedicados a la industria audiovisual gallega, con 52,8 y 36,2 millones de euros, respectivamente.

Estas cifras evidencian, a su juicio, un «compromiso de estabilidad» con el empleo, rechazando las críticas a la precariedad laboral de la entidad.

«FALTA DE AMBICIÓN»

Los grupos parlamentarios de la oposición han insistido en denunciar la manipulación informativa y las condiciones laborales de la CRTVG.

La diputada socialista Noa Díaz ha lamentado la «falta de ambición» del proyecto, que «denota cansancio» y la ausencia de «un pulo al sector audiovisual», sobre todo en una situación «crucial». «Casi es un reflejo de la apatía generalizada en los medios públicos, ha reconocido, apelando a recuperar la proximidad de la cadena con el ciudadano.

Desde el BNG, María González Albert ha insistido en que el proyecto de presupuestos está «claramente estancado» y «no sirve para cumplir su función de servicio público», que es el objetivo de la entidad, además de seguir incumpliendo una Ley de Medios que fue aprobada por el propio Partido Popular.

Finalmente, Raquel Arias (grupo popular), destacó la «apuesta clara» de los medios públicos gallegos tanto por el audiovisual como por plasmar unas cuentas «realistas», pero que cuenta con créditos para mantener la oferta de géneros «clave» y la adaptación al contexto actual, destacando además los datos históricos de audiencias logrados en radio y televisión.

ACCIÓN CULTURAL

Previamente, compareció en comisión la presidenta del Consello da Cultura Galega (CCG), Rosario Álvarez, para presentar las cuentas que manejará la institución el próximo año.

El presupuesto para 2021 se sitúa en los 2.782.982 euros, con un ligero incremento de unos 25.919 euros más que el año anterior. Álvarez lamentó, en este sentido, que a pesar de que las cuentas autonómicas se vendan como «las más altas de la historia» estas no permitan, sin embargo, compensar la evolución a la baja experimentada desde el año 2008 y con un repunte a partir de 2014 de las aportaciones al CCG.

En todo caso Álvarez ha avanzado que este diseño permitirá centrase en diez líneas estratégicas para el próximo año.

Entre ellas, el fomento de la cultura científica, tecnológica y medioambiental, la conservación y valorización del patrimonio o los debates del mundo contemporáneo, además de mantener el trabajo de archivo, hemeroteca, preservación de fondos y acciones dirigidas a la ‘memoria viva’ para la revitalización y difusión cultural.

El Consello da Cultura destinará un peso importante a la importancia de la Galicia medieval, con la muestra ‘Afonso X e Galicia’, comisariada por Antoni Rossell.

Asimismo se dará a conocer la realidad de la creación cultural contemporánea en sus diferentes manifestaciones, entre ellas acciones para analizar la igualdad de acceso a la cultura en función del hábitat, especialmente en el mundo rural, y con respecto a la edad.

También hizo balance de la actividad en este año marcada por la pandemia, que llevó a la aceleración de la implantación y uso de alternativas tecnológicas, la reformulación y reprogramación de eventos.

Entre enero y marzo se desarrollaron 14 actividades, tres exposiciones y se actualizaron diversos proyectos de documentación, entre ellos la difusión de iniciativas relacionadas con la Xeración Nós o el Año Carvalho Calero.

A partir del estado de alarma se realizaron un total de 65 actividades entre redifusión de recursos del fondo digital y nuevos ciclos, lo que permitió un incremento de las acciones realizadas respecto al pasado año (entre ellas 23 novedades editoriales).

Además se reforzó la función asesora de la institución y se impulsaron hasta siete informes relacionados con el impacto de la pandemia en la cultura gallega y en diferentes sectores (el libro, el teatro, entre otros).

HERRAMIENTA «IMPRESCINDIBLE»

Desde el grupos socialista, Noa Díaz ha valorado el papel de la institución como «herramienta imprescindible» para aportar «datos rigurosos» y proporcionar análisis e informes de peso sobre el sector y su situación, que es «de los más perjudicados» en esta crisis sanitaria.

Mercedes Queixas (BNG) destacó el ejercicio «extraordinario» de adaptación a la COVID-19, adoptando las vías y medios digitales necesarios para «reconducir el proyecto inicial» y verificar que Galicia cuenta «con una cultura viva y con capacidades» para repensarse y avanzar.

Finalmente, Ovidio Rodeiro (grupo popular) ha destacado el papel «fundamental» como asesor de instituciones públicas y en la defensa de los valores del pueblo gallego, con una «extensa actividad» a pesar de este contexto excepcional marcado por la COVID.