El juzgado de lo penal número 3 de Pontevedra ha resuelto mediante un acuerdo de conformidad el juicio contra el camionero Francisco Javier L.F., acusado de los delitos de lesiones y amenazas por haber atacado a martillazos a dos ciclistas en octubre de 2018 en la PO-546, en el acceso a la fábrica de Ence por la carretera vieja de Marín, Pontevedra.
Las partes han llegado a un acuerdo este martes que evitó la celebración de la vista oral y el transportista aceptó la comisión de los hechos y se mostró conforme con lo solicitado por la Fiscalía.
En virtud de lo acordado, el camionero ha sido condenado por los delitos leves de lesiones a tres meses de multa, por amenazas a dos meses de multa y por daños a 10, todos con la misma cuota de 10 euros al día. Todo ello supone unos 4.500 euros.
En cuanto a la responsabilidad civil, tendrá que indemnizar al ciclista al que golpeó con el martillo en la cabeza, Delfín Santiago, con 12.500 euros; mientras que al segundo ciclista, Ángel Iglesias, le deberá abonar otros 3.500 euros. Además, tendrá que pagar 779 al Servizo Galego de Saúde.
HECHOS PROBADOS
A raíz de la confesión se declaran hechos probados los recogidos en el relato que hace el Fiscal en su escrito de acusación, en el que explica como sobre las 13,05 horas del día 25 de octubre de 2018 el acusado circulaba con su camión por la carretera nacional N-546.
Cuando estaba entrando por la vía de acceso a la factoría de Ence, «con el fin de recriminarle por un presunto incidente de tráfico anterior, se le colocaron delante del camión los ciclistas», que se apearon de sus bicicletas, dejándolas en el suelo delante del vehículo y se encaminaron a la cabina, subiendo uno de ellos al estribo del camión llamando en la ventanilla mientras su compañero llamaba en la puerta, «instándole ambos a bajar del camión».
Momentos después, el acusado «enfadado, bajó de su camión portando un martillo en la mano» y persiguió a Ángel mientras le decía «ven aquí hijo de puta, ven aquí que te mato, cabrón», sin que lograra darle alcance.
Acto seguido, el camionero se dirigió hacia donde estaba la bicicleta propiedad de Ángel y «haciendo uso del martillo que portaba la golpeó con el mismo y le dio patadas, tirándola luego hacia la maleza próxima».
Inmediatamente se dirigió a Delfín, y tras gritarle «marcha que te jodo», según el escrito de acusación «movido por el ánimo de causarle un menoscabo físico, le golpeó con el martillo alcanzándole en el hombro y en el casco que llevaba puesto en la cabeza», y luego le dijo «márchate, que te mato».
Como consecuencia de la agresión, este ciclista sufrió un traumatismo craneoencefálico leve, así como un trastorno por estrés postraumático.
A la salida de los juzgados, Delfín ha declinado hacer declaraciones mientras que su compañero Ángel se ha limitado a comentar que ahora la condena «queda ahí para que se sepa y que todos tengan un poco de cuidado».
Como acusación popular en este caso se ha presentado la Fundación Ado Moure Pro Deporte, cuyo abogado ha señalado que eran «mucho más ambiciosos» y preferirían «un resultado que de verdad castigara los hechos que ocurrieron», pero se han conformado con este acuerdo «por no perjudicar los intereses de las víctimas».