En la quinta sesión del juicio en el que se acusa de un delito de prevaricación al que fuera líder del PSdeG Pachi Vázquez por la contratación de 60 personas durante su etapa como alcalde de O Carballiño (Ourense), otros diez trabajadores han declarado que «firmaban» y «continuaban trabajando» para el Consistorio, ya que sus contratos se renovaban cada año.
Al igual que los empleados que prestaron declaración en la jornada del jueves, las diez personas que han comparecido este viernes han mostrado un mismo guión sobre cómo llegaron a los distintos puestos. Mecánicos, carpinteros, auxiliares y agentes de Policía Local, integrantes de la ayuda a domicilio… todos han señalado que comenzaban con contratos anuales y que se renovaban a inicios del año siguiente.
«No lo recuerdo, solo recuerdo que firmaba y continuaba trabajando» ha sido la frase más repetida junto con «hace tanto tiempo que no lo recuerdo con exactitud» y «solo sé que nunca dejé de trabajar».
A través de estas afirmaciones se han sucedido en esta jornada un monitor deportivo, dos ayudantes a domicilio, un bibliotecario, trabajadores de obras, personal del departamento de intervención y una de las trabajadoras sociales, cada uno de ellos apelando a que cumplía los requisitos para los distintos puestos de los que forman parte.
Por su parte, las trabajadoras de ayuda a domicilio han ratificado lo que ya habían expuesto sus compañeras en las jornadas anteriores. Así, han dicho que pasaron de pertenecer a la Mancomunidad a depender del Ayuntamiento de Carballiño, administración para la que realizaban los mismos servicios. Además, han dicho que, tras años de contratos anuales, engrosaron la lista de contratos indefinidos.
ENTREVISTAS PERSONALES
Por su parte, otros de los trabajadores llamados en esta jornada han señalado que tuvieron «entrevistas personales con la secretaria y un concejal» pero han afirmado no recordar «con exactitud» de qué concejal se trataba.
Asimismo, han apuntado que, aunque los contratos que firmaban tenían una duración anual, para acceder al puesto al año siguiente, tras la prórroga, «no era solo firmar y ya», sino que «había otro proceso de selección que consistía en una nueva entrevista».
Pese a que la fiscal les pidió que fuesen más precisos, los trabajadores se han limitado a manifestar que no recordaban muy bien el proceso.
CONTABLES
Aunque la declaración de la interventora está prevista para el próximo 3 de diciembre, este viernes ha comparecido una de las contables cuya declaración se ha mantenido en que «no recordaba» quién le había hecho la entrevista o dónde había sido realizada.
Por ello, Fiscalía ha incidido en que se trata de «una situación extraña» puesto que «otros trabajadores pueden no recordar los sucesos porque llevan mucho tiempo jubilados» pero, en el caso de la contable, sigue formando parte del personal administrativo y, por tanto, «debería conocer a los trabajadores y las dependencias de la Casa Consistorial».
La testigo ha incidido en que no lo recordaba y que solo podía asegurar las funciones que realizaba y continúa haciendo, «no realizo ningún tipo de informe, solo me dedicaba a meter los datos en el ordenador». No obstante, lo que sí recordaba con claridad es que cada 31 de diciembre, desde el 2004 hasta el 2006, la «echaban» y el 1 de enero del 2007 la «hicieron indefinida». «Hay cosas para las que uno tiene buena memoria», le ha reprochado la fiscal.
La trabajadora social, que también sigue formando parte de la plantilla laboral, ha aludido a que entró en el Ayuntamiento en el 2003 a través del Plan labora pero que no tuvo contratos laborales anuales, sino que se presentó «a las plazas a través de la Oficina de Empleo» y que, en el 2010, reclamó su condición de indefinida.