El alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el obispo de la Diócesis Tui-Vigo, Luis Quinteiro, han firmado este lunes un convenio marco para que la administración local contribuya al mantenimiento, conservación, restauración y divulgación del patrimonio histórico artístico de la Iglesia en la ciudad.
Según ha explicado el regidor en rueda de prensa, el Ayuntamiento contribuirá financiando actuaciones (hasta un máximo de 150.000 euros este año y 175.000 euros en el presupuesto de 2021) porque «la capacidad de la Iglesia para el mantenimiento de ese patrimonio es limitada». «La Iglesia tiene en Vigo un importantísimo patrimonio histórico y cultural, y no queremos que se deteriore», ha proclamado Caballero.
Así, se creará una comisión de seguimiento que determinará las actuaciones que se van a llevar a cabo, que se reflejarán en convenios singulares y que se financiarán con cargo a una partida presupuestaria para tal fin.
En todo caso, el alcalde ha recordado que hay una «actuación inmediata», que se llevará a cabo al margen de este convenio marco, y que es la instalación, en la capilla de A Guía, de un ‘Sagrado Corazón’ de Jesús de cinco metros de altura y unas seis toneladas, donado por la Diputación de Pontevedra.
Al respecto, Caballero ha apuntado que esa escultura, que se colocará a finales de año, formaba parte del proyecto original de la capilla, diseñado por el arquitecto Manuel Gómez Román, pero que nunca llegó a instalarse por problemas económicos. «Ahora vamos a acabar la obra del ilustre arquitecto Gómez Román», ha proclamado el regidor.
DEMOLICIÓN DEL ‘CAMALEÓN’
Por otra parte, el alcalde también ha informado en rueda de prensa de que «ya está preparado» el proyecto de demolición de las instalaciones de la antigua cafetería ‘Camaleón’, en el paseo de la playa de Samil. El derribo contará 110.000 euros y tiene un plazo de ejecución de un mes.
Abel Caballero ha explicado que, en ese espacio, habrá «una nueva zona verde» y que se está estudiando la posibilidad de una concesión, «respetuosa» con el entorno, para dar «servicio» a los usuarios de la playa y el paseo. «Ya no queremos mamotretos, sino edificios livianos», ha puntualizado.