La evolución epidemiológica en los municipios de Sarria, Vilaba y Chantada estará en el foco en la celebración de una nueva reunión del comité clínico este viernes, jornada en la que se cumplirán dos semanas de la imposición de medidas restrictivas en más de 60 ayuntamientos que permanecen desde entonces cerrados perimetralmente y con los establecimientos de hostelería clausurados.
Y así continuarán, al menos, hasta el 4 de diciembre. Esa es la intención del comité clínico, verbalizada a través del conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, el pasado miércoles, cuando confesó que esa es la fecha que sirva de guía porque se cumplirá un mes de la ampliación de restricciones que afectan, en estos momentos, a 68 municipos gallegos.
El último en llegar a ese grupo ha sido Sanxenxo, que desde este jueves permenece cerrado perimetralmente junto con su ‘vecino’ de O Grove, dada la evolución de la pandemia en estas dos localidades de O Salnés, una de las comarcas que más preocupan a las autoridades sanitarias.
Las miradas del comité clínico de este viernes estarán puestas en la evolución de la pandemia en tres municipios de la provincia de Lugo: Sarria, Vilalba y Chantada. Si bien en el ayuntamiento del sur de Lugo la tendencia es positiva y, del mismo que modo en A Rúa, se aleja de posibles nuevas restricciones, estas podrían llegar a Sarria y Vilalba, localidad esta última en la que se ha producido uno de los últimos brotes que afecta residencias de mayores de la Comunidad gallega.
EVOLUCIÓN POSITIVA EN LAS CIUDADES
La tendencia es positiva en las ciudades y sus áreas metropolitanas, según lo expresado el pasado miércoles en una rueda de prensa del comité clínico. Aunque solo en Santiago la incidencia cae por debajo de los 200 casos por cada 100.000 habitantes –baremo que emplean las autoridades sanitarias para medir la gravedad de la situación epidemiológica–, aprecian una evolución positiva en Ourense, Ferrol y A Coruña, mientras que Pontevedra se encuentra en una fase estable.
Por contra, se sigue con mayor atención la tendencia en Vigo y Lugo, donde el grado de transimisión del virus está por encima de la media gallega. Además, el propio conselleiro sembró dudas el pasado miércoles sobre el seguimiento de las restricciones en Lugo, unos incumplimientos que considera que están detrás de que la situación epidemiológica no termine de mejorar en la Cidade das Murallas.
DOS SEMANAS DE RESTRICCIONES ESPECIALES
Así las cosas, este fin de semana se cumplirán 15 días de medidas restrictivas especiales en buena parte Galicia, momento tras el cual, el comité clínico confía en que se noten el efecto de las imposiciones «duras» y baje tanto el número de casos detectados como los infectados que terminan ingresados.
Y es que la presión hospitalaria, especialmente en las unidades de críticos, es la cuestión que guía en estos las acciones del comité, que pone el foco en que todavía existe un margen del 40% en UCI y del 60% en planta respecto al peor momento de la primera oleada.
No obstante, con el objetivo de «anticiparse» a un posible desborde del sistema sanitario y avanzar hacia su «reseteo», el órgano para la gestión de la pandemia organizado por la Consellería de Sanidade volverá a sentarse este viernes en una reunión de la podrían salir nuevos municipios afectados por el grado máximo de restricciones.
O CARBALLIÑO, ¿PRIMERO EN DESESCALAR?
Unas medidas ensayadas en O Carballiño, que también podría ser pionero en iniciar el proceso de desescalada, para el cual, la Consellería de Sanidade quiere elaborar un protocolo que establezca criterios, baremos y pasos para abandonar las restricciones.
Sin embargo, el propio García Comesaña aclaró el miércoles que la hipotética salida de O Carballiño de las prohibiciones más duras no se debería exclusivamente a su situación epidemiológica, ya que también influyen las características de un municipio «aislado» y enclavado en un área con poca incidencia de la pandemia.