La entrada en vigor de las nuevas restricciones aprobadas por la Xunta ante la segunda ola de contagios por COVID-19 se ha saldado con una noche tranquila y sin incidencias destacadas en el territorio, pero que sí ha registrado algunas sanciones y actuaciones en puntos como A Coruña y Vigo.
La Policía Local en A Coruña tuvo que acudir a un local que permanecía abierto a las dos de la madrugada y con clientela en su interior. Los agentes denunciaron tanto al responsable del negocio como a ocho de sus clientes por incumplimiento de las normas de limitación de libertad de circulación vigentes en el Estado.
Asimismo, según los datos trasladados a Europa Press, se levantaron 13 actas a personas por estar en vía pública fuera del horario permitido por el toque de queda, además de unas catorce denuncias de tráfico de vehículos.
En otros puntos de ciudades como Lugo, Pontevedra y Ferrol predominó la ausencia de actuaciones o de sucesos de gravedad, al menos relativas a las restricciones por la situación sanitaria. En Santiago también se han vivido las primeras horas bajo un clima de normalidad y sin destacadas incidencias.
Así lo ha destacado el alcalde de la capital gallega, Xosé Sánchez Bugallo, que, a falta de datos del viernes, ha comentado que en los controles de entrada y de salida del área perimetral (desde este sábado ampliada a todos los ayuntamientos limítrofes con Santiago) las infracciones no llegaron al 1% de las 5.000 inspecciones realizadas por los agentes del orden.
«Para todos nosotros este va a ser un mes triste. Pasear por la ciudad y ver la hostelería cerrada y no poder tomar un café en ningún sitio», ha comentado Bugallo, que ve «esperanzadores» los datos de los últimos días sobre la incidencia en Santiago, por lo que se muestra optimista en que «este sacrificio adicional» que se pide «especialmente a la hostelería» dé resultado.
En la ciudad de Vigo se han registrado nueve denuncias por incumplir las restricciones de la COVID-19 a lo largo de la noche. Además, se ha detenido a un individuo por robo con violencia, sobre las 00,08 horas, tras golpear a una camarera en un bar de la avenida Beiramar.
AGLOMERACIONES EN PONTEAREAS
Por otro lado, la Policía Local de Ponteareas intervino en las horas previas a la entrada en vigor de las restricciones por la aglomeración de clientes en diversos locales de hostelería del municipio, con docenas de personas ante las puertas y superando las limitaciones de aforo tanto en el interior como en terrazas.
Muchos de los clientes carecían de máscara y no respetaban las medidas de distanciamiento establecidas por las autoridades sanitarias. El responsable de Convivencia Ciudadana, Roberto Mera, censuró la «irresponsabilidad» de estas personas en un momento en el que las víctimas de la pandemia «se cuentan por cientos y los contagios por miles», en un municipio que además se encuentra en alerta roja.