La Asociación Gallega de Enfermería Familiar y Comunitaria (Agefec) ha denunciado el «desabastecimiento» de vacunas antigripales y los problemas en la gestión de la campaña de vacunación en los centros de atención primaria.
A través de un comunicado, el colectivo ha indicado que la situación empeoró a partir de la segunda semana de la campaña (desde el 19 de octubre en adelante), cuando se empezaron a registrar las primeras incidencias.
El «desabastecimiento» y una «planificación inadecuada», explican, está generando listas de espera de dos a tres semanas para poder vacunarse. Agefec matiza que este retraso no tiene «ninguna importancia» desde el punto de vista epidemiológico, pero advierte de que sí genera una «destacada preocupación y ansiedad» en la población.
La crisis de la Covid-19 ha influido, según apuntan en el comunicado, en el aumento de la demanda de la vacuna por parte de los colectivos de riesgo. También muchos de los que rechazaban la vacuna en años anteriores (población perteneciente a grupos de riesgo, convivientes de los mismos y profesionales de riesgo), la están demandando este año, explican.
Este organización de enfermeras de atención primaria ha incidido en la «falta de claridad por parte de las autoridades públicas y los mensajes contradictorios de los medios de comunicación» respecto a quién debe vacunarse.
Agefec ha resaltado la «planificación inadecuada e incorrecta» respecto al sistema de provisión de vacunas sin tener en cuenta la «fuerte campaña informativa y el interés creciente de la población» y en cuanto a la logística -el calendario de suministro en los centros de salud y la capacidad limitada de almacenamiento de las vacunas en óptimas condiciones-.
Los profesionales han denunciado también «la sobrecarga de trabajo innecesaria» que supone revisar las nuevas citas de vacunación y «el incremento de la violencia verbal hacia los profesionales» al ser ellos «los que dan la cara ante la población por un problema ajeno».
La entidad ha apelado a la administración «para que mejore los canales de distribución y almacenamiento de las vacunas y tenga en cuenta las aportaciones realizadas por los profesionales». Además, ha recordado a la población que «habrá vacunas para todos los pacientes en grupo de riesgo y que la responsabilidad no es de los profesionales, por lo que no está justificada la violencia verbal bajo ninguna circunstancia».