El servicio de Medicina Intensiva del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo ha puesto en marcha una nueva terapia para pacientes con COVID-19, consistente en una técnica extracorpórea de lavado de dióxido de carbono (CO2), conocida como ECCOR2.
El hospital vigués se convierte así en el primero de Galicia en aplicar esta técnica, que es un soporte respiratorio capaz de mimetizar el funcionamiento del pulmón del enfermo, en pacientes con coronavirus y de pronóstico muy grave, con compromiso vital, y cuando han fracasado las técnicas respiratorias convencionales.
Según ha explicado el intensivista Nacho Chico, esta técnica ya se usa en la UCI del hospital vigués desde hace un par de años, en pacientes con enfermedad pulmonar crónica. «Los buenos resultados hicieron que estudiásemos su empleo con pacientes COVID», ha señalado, y ha explicado que, por ahora, se ha utilizado con dos enfermos, uno de los cuales evolucionó muy favorablemente y fue dado de alta, mientras que el otro sigue ingresado con este tratamiento en la UCI.
El sistema ECCOR2 realiza la función respiratoria de «lavar» la sangre del paciente y, a través de una cánula, se extrae esa sangre para eliminar el exceso de dióxido de carbono. Su uso está indicado cuando el resto de maniobras de protección pulmonar han fracasado, y lo que se hace es dejar el pulmón en reposo, con el paciente sedado, mientras la máquina hace su trabajo.
La infección por COVID-19 produce un distrés respiratorio agudo severo, diferente a un distrés clásico, ya que los pacientes sufren una reacción inflamatoria en los pulmones pero tienen una oxigenación aceptable. En su caso, el principal problema es que son incapaces de eliminar el dióxido de carbono de la sangre, y la concentración de ese gas en el organismo está asociada a una mayor mortalidad.
La UCI del Álvaro Cunqueiro lleva años utilizando una técnica similar, el ECMO, consistente en una membrana extracorpórea, que también realiza las funciones del pulmón. En ese caso, a través de dos cánulas, se extrae toda la sangre del cuerpo del enfermo para oxigenarla y retornarla al organismo.
La diferencia fundamental con la nueva técnica ECCOR2 es que ésta tiene como finalidad eliminar el CO2, y no oxigenar, por lo que necesita menos flujo de sangre, y las membranas que se utilizan son más pequeñas. Además, es una técnica menos invasiva y disminuye el riesgo de complicaciones.
En todo caso, el doctor Chico ha advertido de que el uso en pacientes COVID es muy reciente y que aún no se han hecho estudios sobre su eficacia. «Necesitamos seguir investigando y aprendiendo sobre nuevas terapias, y sobre el comportamiento clínico de este virus y de las enfermedades que provoca», ha añadido.