El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha resaltado la necesidad de que el aumento de la deuda pública «esté muy ligado a la pandemia» y sus consecuencias económicas y ha considerado que la banca española se encuentra «bien preparada» para afrontarlas.
Preguntado en el marco de un encuentro digital organizado por la Universidad de Vigo (UVigo) en el que ha analizado el impacto de la crisis sanitaria en la economía, Luis de Guindos ha recordado que se espera una caída del PIB del 8% a nivel europeo para 2020 y que la recuperación económica «no sea total hasta 2022».
También ha augurado que esta situación acelerará el proceso de reasignación de recursos que se produce a nivel mundial y que la seguridad y las cadenas regionales ganarán peso debido a la misma.
Para hacer frente a la crisis, ha afirmado que las empresas deberán endeudarse, así como que deberá trabajarse para «maximizar» el porcentaje de las mismas que «sobreviva a la pandemia».
A nivel europeo, ha explicado que la política fiscal debe articularse mediante un incremento del déficit público y de la proporción entre la deuda pública y el PIB y ha avanzado que el aumento de la segunda representará «un legado negativo de la crisis». «Es una losa que quedará ahí, pero no existe alternativa», ha asegurado el vicepresidente del BCE, que ha defendido que «no haber actuado hubiera sido peor».
MEDIDAS ADOPTADAS
En este sentido, ha recalcado que la política fiscal ejerce como «primera línea de defensa» ante la situación económica actual y ha destacado que las medidas adoptadas desde Europa «han conseguido que no se transforme en una crisis de deuda».
Así, ha valorado que se haya evitado una fragmentación de los mercados de deuda, lo que habría «puesto en peligro la transmisión adecuada de impulsos monetarios al conjunto de la ‘zona euro'». De este modo, el vicepresidente de BCE ha incidido en que las disparidades en la caída y la recuperación económica de estos países deben ser tratadas con «una política fiscal diferenciada».
Así las cosas, ha insistido en la importancia de «acompasar la retirada de estímulos» para la economía aplicados por los gobiernos con la evolución de la situación económica y ha abogado por mantenerlos hasta que haya mejoría. De hecho, ha advertido de que «una retirada antes de tiempo» podría conllevar una «recaída».
DÉFICIT PÚBLICO
Además, Luis de Guindos ha reconocido que «no hay más remedio» que incurrir en déficit público, pero ha resaltado la necesidad de que el incremento de la deuda «esté muy ligado a la pandemia» y no a «gastos estructurales a medio y largo plazo».
Aunque ha rechazado pronunciarse sobre el anuncio sobre un próximo aumento de impuestos realizado por el Gobierno de España, ha apuntado que países como Alemania e Irlanda han reducido el IVA por un periodo de seis meses hasta final de año. Así, el economista ha insistido en que las caídas de recaudación y los gastos que se produzcan deben relacionarse de modo exclusivo con la pandemia y sus consecuencias.
Preguntado sobre la situación de la banca española, ha destacado que se encuentra «bien preparada» para hacer frente a esta crisis. De este modo, ha detallado que en el marco del proceso de reestructuración llevado a cabo en los últimos 10 años hizo «sus deberes» en relación a un ajuste de costes, su eficiencia y un exceso de capacidad.
Luis de Guindos ha vuelto a defender la existencia de una correlación relevante entre rentabilidad y provisiones y ha afirmado que los bancos que obtenían una mayor rentabilidad antes de la pandemia llevan a cabo mayores provisiones en este contexto.
CONSOLIDACIÓN
Precisamente, ha apostado por la consolidación como un «instrumento para arreglar un problema de rentabilidad que es clave». A este respecto, ha augurado que tendrá un «efecto positivo» si al «reducir el número de jugadores en el mercado» se consigue que actúen «con mayor intensidad y mayor presencia» en el mismo.
En esta línea, ha advertido de que sería «un error» limitar el sector bancario a los «jugadores tradicionales» en un momento en el que se está viendo afectado por competidores en el mundo tecnológico que cuentan con capacidad para entrar en este negocio y valoraciones «muy superiores».
De hecho, el vicepresidente del BCE ha asegurado que estos disponen de capacidades de generación de ideas y de tratamiento de la información superiores a los de los bancos.
Adicionalmente, ha considerado que los tipos de interés reducidos no son «ideales» para los bancos, pero ha defendido la importancia de que no se generen condiciones económicas que agraven la situación económica actual.