Los sindicatos con representación en el comité de personal del Ayuntamiento de Vigo han denunciado este martes, a través de un comunicado conjunto, la gestión «caótica» de los recursos humanos en el consistorio, así como un progresivo «desmantelamiento» de los servicios públicos.
Los representantes de los trabajadores municipales han advertido de que esta situación se ha agravado desde que Elena Espinosa es concejal de Personal, y han criticado su «constante desprecio» al comité, y la ausencia de «las más elementales reglas de cortesía institucional» con este órgano de representación laboral.
Además, el comité ha subrayado que hace meses pidió una reunión urgente al alcalde, Abel Caballero, para abordar la situación del personal municipal y que, a día de hoy, no ha recibido respuesta.
Entre las irregularidades que han denunciado está la falta de personal y el hecho de que no se cubran bajas o ausencias; la «desaparición» de la dirección de Recursos Humanos, que hace que cada servicio funcione en base a la «improvisación»; el impago de retribuciones pendientes; o la falta de ejecución de ofertas públicas de empleo desde 2014.
Asimismo, han advertido de que hay una progresiva «privatización» y «externalización» de servicios, que las instalaciones y parque móvil municipal son «obsoletos», que hay irregularidades en procesos de consolidación de plazas por despidos nulos, o que la dotación presupuestaria para los gastos de personal es «insuficiente», lo que obliga a hacer modificaciones crédito y a amortizar plazas «en fraude de ley».
Los sindicatos también han criticado el constante «incumplimiento» de sentencias en el ámbito laboral por parte del gobierno local, como las relativas a los descansos de los bomberos, las resoluciones sobre horas extras o sobre la discrecionalidad en el nombramiento de ciertos puestos.
El comité ha reclamado, entre otras cuestiones, que se cree una empresa pública de servicios municipales, que se elabore un plan de carrera profesional para los funcionarios, que se negocie con los sindicatos la implantación del teletrabajo, o que se saquen a concurso público, en base al mérito y la capacidad, todas las plazas.