Galicia, a través del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia, se encuentra en una posición de «referencia» a nivel europeo en el desarrollo de ‘exoesqueletos’, un sistema robótico acopable al cuerpo de una persona que permite reducir el esfuerzo físico de un trabajador, especialmente en los sectores industriales.
El CTAG acoge desde el martes hasta el próximo viernes 16 de octubre la quinta edición del Simposio Internacional de Robótica Vestible, en el que el centro vigués muestra sus avances en los ‘exoesqueletos’ que, además de aplicarse en el mundo laboral, puede mejorar la vida de personas con discapacidad física y ayudar a un envejecimiento activo para los mayores.
Estes miércoles, el vicepresidente segundo y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde, ha visitado un centro que ha ensalzado como «un gran ejemplo de como desde Galicia» se aplica la conocida como «tecnología 4.0 a los diferentes procesos de producción en en el sector de la automoción».
Por ello, en relación al vínculo entre este centro con el liderazgo de PSA Citroën en Vigo, ha apelado a «seguir avanzando» hacia el desarrollo del «vehículo del futuro» y de la «fábrica excelente» con el «horizonte» fijado en el año 2025 de cara a conseguir una factoría «modular, flexible» y que incorpore «la tecnología 4.0».
APLICACIÓN ‘EXOESQUELETOS’
Por su parte, el responsable del departamento de procesos y fábrica de futuro de CTAG, Víctor Alonso, ha repasado los logros y objetivos del centro en relación al desarrollo de estos sistemas tecnológicos, en el que el centro vigués ejerce como «referencia» a nivel europeo.
«En el medio largo plazo, las empresas terminarán incorporando e implementando estos sistemas a los diferentes puestos de trabajo para mejorar la ergonomía de sus empleados», ha señalado Alonso, responsable de un centro que se encarga de validar y testar este tipo de sistemas, además de investigar «desarrollos futuros» y buscar «nuevos materiales».
«Entre los principales avances que se están produciendo en este campo se encuentra la incorporación de tejidos inteligentes que permiten detectar mediante sensores integrados en los materiales los parámetros de esfuerzo y consumo energético permitiendo en todo momento controlar el estado de salud de las personas», ha apuntado Víctor Alonso.
Por ejemplo, el CTAG trabaja en un sistema de guante motorizado que permite reducir la carga física que soporta un operario en el proceso de atornillado, además de otro ‘exoesqueleto’ de pierna que permite aliviar tareas realizadas a media altura.
También se desarrolla en este centro un sistema espalda orientado a rebajar el peligro de sufrir lesiones cuando se realizan movimientos rápidos de exhibición y otro de hombros que descarga el trabajo del brazo en elevación.