Trabajadores de empresas auxiliares de la central térmica de Meirama, en Cerceda (A Coruña), se han concentrado ante la sede de la Sudelegación del Gobierno en A Coruña, convocados por la CIG, para exigir que el centenar de empleados que agrupan puedan trabajar en las obras de desmantelamiento de la industria.
Uno de los miembros del comité de empresa de una de las empresas, Alfonso Liñares, denuncia que hay algunos empleados que llevan más de tres décadas trabajando para la central y que no tienen «oportunidad de continuar, dos o tres años, el tiempo que dé el trabajo». «Pedimos que se les dé la opción por llevan media vida trabajando ahí», ha manifestado ante los medios de comunicación.
Los representantes de la CIG temen que los trabajos para desmantelar la central se contraten a empresas «de fuera» y critican: «Las pagaremos todos los contribuyentes». Lamentan, también, que Naturgy no se haya reunido con ellos para escuchar sus propuestas de recolocación: «Nunca nos ha contestado».
El portavoz de los empleados pide a la mesa formada por el Gobierno, la Xunta, los Ayuntamientos y las empresas que ofrezcan una oportunidad a las alrededor de cien personas de las que muchas, recuerda, «fueron despedidas a cuentagotas». «Nos borraron del mapa y así el Gobierno dirá que no había trabajadores allí», ha apostillado.