La acusada de enviar «decenas» de mensajes amenazantes durante cuatro años, entre 2009 y 2013, a una exsocia a través de mensajes de teléfono móvil y cartas escritas se ha declarado inocente en el juicio con jurado popular que ha comenzado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de A Coruña. El fiscal pide cinco años de presión para la procesada, M.C.T.C., por un delito continuado de amenazas condicionadas.
La mujer, a preguntas del fiscal, defendió que la relación con su exsocia era «buena» y que no tuvo «ningún problema» con ella. Aseguró no conocer el número de teléfono móvil desde el que se enviaron los mensajes y negó que fuera de su propiedad. La procesada rechazó contestar a las cuestiones del abogado de la acusación.
El fiscal establece que la titular del número de teléfono es la acusada, según los datos aportados por la compañía telefónica, y cree que hay varios «indicios» en los mensajes que la apuntan como culpable, como la caligrafía de las cartas.
El abogado de la acusación particular ha destacado que la «multitud» de cartas y mensajes le llegaron a la víctima de «manera continuada» y considera que existía un «plan preconcebido». Apunta que la mujer, C.M.L., ha vivido una «sensación de intranquilidad, inseguridad y desasosiego» que deben ser, dijo, «reparados».
El letrado de M.C.T.C. pide su absolución y destaca que las pruebas no son «taxativas», apuntando que hay autos de fiscales y jueces que «no percibían prueba en contra» de la acusada. Según afirmó, existieron otras denuncias de la víctima que se archivaron y aseguró que el DNI aportado para el contrato del teléfono no pertenece a la acusada.
PETICIONES DE CÁRCEL
El fiscal solicita para la procesada cinco años de prisión y 1.000 euros de indemnización. La acusación particular rebaja la petición a tres años de cárcel y nueve meses de cárcel, pero aumenta a 5.000 euros la compensación «por daños morales» y añade la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante cinco años.
Desde abril de 2009 hasta 2013, según el escrito de acusación, la procesada remitió a su exsocia «decenas» de mensajes de texto de móvil con «evidente ánimo de atemorizar a la perjudicada» y para que realizara un trámite pendiente en la cooperativa que habían tenido en común. Los mensajes de la acusada estaban «directamente relacionadas con un conflicto de carácter societario», añade el fiscal.
El Ministerio Público indica que en los mensajes insultaba a la mujer y a su marido. En uno de ellos les dijo: «Vamos a mandar a alguien a poneros una bomba incendiaria a vuestra casa si no pagas doscientos millones, ateneros a las consecuencias». También envió «multitud» de cartas amenazantes entre 2009 y 2012.