El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, ha trasladado a los consejeros de las comunidades autónomas la «necesidad de distinguir entre salas de música en vivo, que son espacios culturales, y el ocio nocturno».
Según ha asegurado su departamento, esta petición tiene el objetivo de «facilitar que estas salas de conciertos, que son equiparables a los cines o al teatro, puedan desarrollar sus actividades con todas las garantías de cultura segura».
Uribes ha mantenido este jueves 17 de septiembre una nueva reunión de trabajo con los consejeros de Cultura de las comunidades autónomas y la FEMP, que ha calificado como «un encuentro muy positivo para intercambiar puntos de vista, diagnósticos y vías de solución».
Además de las salas de música en vivo y el ocio nocturno, en la reunión se ha compartido la necesidad de una campaña de apoyo a la cultura como espacio seguro de cara a los meses de otoño e invierno. Uribes ha reconocido la «buena disposición» de las comunidades autónomas y de la FEMP en seguir trabajando para favorecer la actividad y la recuperación del sector de la cultura.
Para ello se han emplazado a una próxima reunión para trabajar en un documento «con la base de elementos comunes de diagnóstico y soluciones compartidas para estos próximo meses».
Esta reunión se ha producido el mismo día en que los trabajadores del sector del espectáculo y los eventos, agrupados en el movimiento Alerta Roja se manifiestan en una veintena de ciudades españolas para «dar visibilidad a la alarmante situación» que vive el sector, «al borde del colapso» por la crisis sanitaria de coronavirus.
La propia Alerta Roja ya anunció que rechazaba participar en este encuentro, pese a haber sido invitada por el Ministerio de Cultura y Deporte. Además, las salas de música españolas enviaron a principios de semana una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la que reclamaban que se levante el cierre de las salas con actividad de música en directo que lo soliciten, «independientemente de la licencia de actividad concedida», ante la «quiebra masiva» que estima se producirá en dos meses.
En su carta, las salas de música mostraban su «estupefacción» ante la decisión del cierre de los establecimientos de ocio nocturno en los que se ha incluido a las salas de música. «Las administraciones están comparando los locales de pública concurrencia, que incluyen las salas de conciertos y locales de música en vivo, con las actividades no regladas, ilegales y que se producen en entornos privados», alertaban.