El Grupo Parlamentario del BNG ha demandado para los negocios de ocio nocturno «igualdad de trato» con el resto de establecimientos de hostelería, ya que, a su juicio, padecen medidas que «ponen en riesgo la subsistencia» de un sector «que mueve más de 100.000 empleos» en Galicia.
Así lo ha expuesto la diputada nacionalista Carmela González tras mantener un encuentro este jueves con representantes de la Asocación de Hostelería de Compostela, la Asociación Galega de Salas de Concertos y la Asociación de Bares, Pubs y Discotecas de Santiago, cuya presidenta, Lucía Vázquez, ha cuestionado que la decisión del cierre del ocio nocturno se asiente bajo criterios sanitarios pues cree que tienen un trasfondo «mediático» que se aprovecha de un sector de «autónomos y pequeñas empresas».
En los pasillos del Parlamento, la diputada ha puesto el foco en que, si bien considera que pueden entenderse las medidas acordadas para el ocio nocturno como «necesarias», también suponen un «trato desigual respecto al resto de establecimientos de hostelería», por lo que ha reclamado a la Xunta que se siente a negociar para acordar decisiones «específicas que permitan su subsistencia».
En este sentido, Carmela González se ha hecho eco de la demanda de «igualdad de trato» que expresa el ocio nocturno, especialmente las salas de conciertos que juegan «un papel importantísimo en el desarrollo cultural del país».
Además, ha advertido de que, con el inicio del curso universitario, en una ciudad como Santiago existe la «preocupación» de que los jóvenes, con los bares y discotecas cerrados a partir de las 01,00 horas de la madrugada, trasladen a sus casas las fiestas sin las medidas de control necesrias.
«Asumimos medidas muy estrictas para volver al trabajo. Las cumplimos y ahí estan los datos sanitarios para avalar que las medidas funcionaron. Y ahora nos encontramos que se nos discrimina como sector económico», ha subrayado Lucía Vázquez, que censura una limitación horaria «incomprensible» cuando «no hay brotes relacionados directamente» con establecimientos nocturnos.
«La gente está haciendo fiestas en casa, donde sabemos que se producen la mayor parte de los brotes», ha incidido la presidenta de la asociación, que cree que el control de las medidas de seguridad es más efectivo en negocios que si los encuentros se producen en domicilios.