La situación del centro Frei Luís de Granada en Sarria y los planes de reubicación del alumnado no convencen a la comunidad escolar en el municipio.
Según denuncian los padres, los niños seguirán acudiendo a la Escuela Hogar mientras se realizan las obras de reforma del inmueble y tendrán que hacer los recreos en los pasillos en un centro que presenta problemas estructurales desde hace meses.
El alcalde de Sarria, el independiente Claudio Garrido, ha censurado la reubicación planteada y ha acusado a la Xunta de darle la espalda a la comisión de seguimiento de los trabajos en el colegio.
«Este problema fue detectado en el año 2011, y en enero de ese año la consellería de educación engañó a todos los vecinos de Sarria donde solo se limitó a hacer una reforma de chapa y pintura y se mantuvieron los problemas estructurales, incluso se han incrementado», ha recordado.
Es por ello que teme estar ante una nueva «tomadura de pelo», ha insistido, puesto que «después de cinco meses» en que la comisión se ha reunido cada quince días la representación del gobierno gallego dio «la espalda» a dichos encuentros y fue la única delegación que no asistió a las reuniones.
«No han sido de enviarnos en estos tres meses y medio todo el programa de reubicación, y ni siquiera se han dirigido al ayuntamiento para indicarnos o sentarnos a fijar un protocolo para indicarnos cual es el plan de reubicación, donde el concello tendría un papel fundamental».
Garrido ha señalado que la comisión está «pendiente de un informe que se ha encargado a un equipo para el estudio de la estructura (del edificio, que se tuvo que apuntalar en su momento)».
En todo caso, ha advertido de que si no se produce una «respuesta clara» por parte del ejecutivo presidido por Alberto Núñez Feijoo se reclamará la construcción de un nuevo colegio. «No podemos tolerar un segundo engaño», antepone finalmente Claudio Garrido.