Las jornadas de arranque de la actividad lectiva en los centros gallegos estarán marcadas por una huelga de profesorado en los niveles que progresivamente iniciarán el curso. El 10 de septiembre, están convocados los docentes de infantil y primaria, mientras que el 16 lo estará el resto de etapas educativas coincidiendo con el primer día de clase en secundaria, bachillerato y formación profesional.
Los sindicatos CIG, CC.OO., STEG y CSIF han presentado este lunes la campaña de movilizaciones para exigir un retorno a la presencialidad con todas las medidas de seguridad necesarias y que dudan que se pueda materializar con las medidas «de coste cero» anunciadas por la Xunta para adaptar la actividad de este curso al contexto de crisis sanitaria provocada por la COVID-19.
Suso Bermello, de la CIG-Ensino, ha advertido de que el curso «no puede empezar con normalidad» en las condiciones plasmadas en el plan del Gobierno gallego, con aulas de 25 alumnos y un distanciamiento inferior a los 1,5 metros que indican las recomendaciones sanitarias.
A ello han unido la falta de evaluaciones de riesgo. Luz López, de CC.OO, ha insistido en que un aula de 30 metros cuadrados requiere tomar medidas en función del aforo máximo y las distancias de seguridad, en función de cada centro, lo que obligaría a «bajar la ratio» de alumnos por aula en términos diferentes a los planteados por la Xunta.
SIN INVERSIÓN
Los representantes docentes han acusado a la Xunta de evitar realizarlo para anunciar e intentar mantener un inicio de curso «ordinario a coste cero», evitando hacer los desdobles necesarios en función de los criterios de seguridad y sin reforzar el persona
En este línea van también los llamados ‘grupos burbuja’, han añadido, al ser utilizados como argumento para evitar el criterio de las distancias de seguridad pero que en la práctica «dejarán de serlo» cuando los alumnos utilicen los servicios de transporte, interactúen en el exterior y en sus hogares.
Bermello ha apelado a la movilización como «medida de fuerza y de presión» para que la Xunta reformule el protocolo para el regreso a las aulas y evitar que «cometan una temeridad».
Para ello, además de las dos jornadas de huelga para el 10 y el 16 de septiembre, se pide al profesorado que se concentre a una hora fija en los centros y comparta sus imágenes en redes sociales con la etiqueta ‘escolacontracovid’, en defensa de un regreso a la presencialidad «pero con seguridad». Por otro lado, se promoverán resoluciones críticas tanto en claustros como en consejos escolares.
UN ECOSISTEMA «DELICADO»
La campaña da continuidad a las protestas emprendidas ya en el mes de julio por las organizaciones sindicales y para reclamar «un cambio trascendental» en la política autonómica.
Lois Pérez, de STEG, ha advertido de que los centros representan «un ecosistema delicado y frágil» y una garantía para el reequilibrio de las desigualdades sociales, la inclusión y la equidad, pero la Xunta no asume «compromisos de inversión» ni de recursos humanos ni materiales y «deja al arbitrio» de los docentes de funciones que «exceden» su responsabilidad y para las que no están preparados.
En este sentido, José Carlos Fernández (CSIF) ha advertido de que una situación extraordinaria requiere «soluciones» del mismo calado y que mientras otros sectores cuentan con una serie de acciones y protocolos de prevención de riesgo y distanciamiento, esto «no se ve cumplido» en el ámbito de la Educación en los términos actuales.
Tampoco tienen conocimiento del estado de las pruebas del coronavirus al profesorado. Tanto Bermello como López han reprochado el hecho de que se optase por realizar test e tipo serológico mientras en otros sectores como el fútbol se les realiza PCR antes de jugar un partido, además de lamentar la falta de concreción sobre las sustituciones y ausencias de docentes contagiados.