La Guardia Civil formuló 200 denuncias a lo largo del pasado año 2019 en relación con infracciones administrativas relacionadas con la protección de la flora y la fauna y contra los recursos naturales y el medio ambiente en la comarca pontevedresa de O Morrazo, según el balance de actuaciones del Seprona correspondiente al pasado ejercicio.
Así lo ha informado el Instituto Armado, que ha indicado que, en colaboración con las demás unidades territoriales de la Guardia Civil en la zona, la patrulla del Seprona con base en el Puesto Principal de Cangas formuló el año pasado 200 denuncias administrativas medioambientales, lo que supone el 12% de las formuladas en la provincia durante el mismo periodo de tiempo.
En el ámbito administrativo, el mayor número de actuaciones se realizaron en materia de protección animal, donde se formularon 99 denuncias (el 50% del total) por distintas infracciones a la normativa sobre animales de compañía (44) y peligros (45), ha indicado la Benemérita.
Asimismo, ha hecho hincapié en las inspecciones e investigaciones que se realizaron sobre residuos y vertidos que se tradujeron en 25 denuncias. Resalta también las actuaciones llevadas a cabo en relación con sanidad animal y epizootias, con 13 denuncias; pesca fluvial (9), urbanización y ordenación del territorio (7) y montes (6).
En el ámbito penal, la patrulla del Seprona de Cangas investigó durante el año pasado cuatro incendios forestales, con una persona detenida, e investigó a otra persona por un delito de maltrato a animales domésticos.
ACTUACIONES MÁS RELEVANTES
Entre las actuaciones más relevantes, el Instituto Armado ha relatado que el pasado 1 de enero d 2019 una patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Cangas denunció a una vecina de Vilaboa por infringir la nueva Ley 4/2917 de protección y bienestar animal.
Los agentes del Seprona pudieron comprobar que está vecina tenía 14 perros y diez de ellos estaban encadenados de forma permanente las 24 horas del día. «Los animales, excepto dos, que tampoco se pudo acreditar fehacientemente, carecían de la preceptiva documentación del correspondiente microchip», han añadido las mismas fuentes.
Tampoco figuraban inscriptos en el Registro Gallego de Núcleos Zoológicos, al ser considerado como tal, por superar la cantidad estipulada de cinco perros.
Mientras, el 1 de mayo de 2019 un componente de la Patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Cangas, fuera de servicio, rescató a un perro que deambulaba por la calle «en unas deplorables condiciones higiénico-sanitarias», han subrayado las mismas fuentes.
Con la ayuda de la Protectora de Animais do Morrazo se le prestaron los primeros auxilios y, a través del microchip, se pudo localizar al propietario del perro que fue denunciado ante la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta como presunto autor de una infracción grave tipificada en la Ley de Bienestar Animal de Galicia.
Por otra parte, el 9 de junio de 2019 la Guardia Civil investigó penalmente a un vecino de Vigo como presunto autor de un incendio forestal ocasionado en el municipio de Cangas, debido a una posible negligencia con ocasión de una quema de restos forestales.
Según desprende del atestado del Seprona, ha apuntado el Instituto Armado, el incendio se produjo «como consecuencia del inadecuado control que esta persona debería haber ejercido sobre el fuego» y, ha añadido, «sobre todo por la carencia de medios a su alcance que le permitiesen evitar y, en su caso, remediar, cualquier eventualidad como la que se produjo».