La Asociación Cultural Meiro, de Bueu (Pontevedra), organizadora de la Festa do Millo Corvo, declarada de Interés Turístico de Galicia, está desarrollando un proyecto para impulsar una agrupación de productores de esta variedad autóctona de maíz que se caracteriza por el color negro de sus granos.
La presidenta de la Asociación Cultural Meiro, Victoria Martínez, confía en que esta iniciativa, aún en fase inicial, contribuya a «implicar a más gente en la conservación de un patrimonio alimentario, una cultura y unas tradiciones» que en la comarca de O Morrazo son algo «único», no solo por su valor a nivel social y turístico, sino también porque pueden tener «salidas comerciales».
El estado de alarma sanitaria decretado el pasado mes de marzo motivó la cancelación de la XXII Festa do Millo Corvo que se iba a celebrar el primer fin de semana de abril, por eso la Asociación Cultural Meiro, en colaboración con el Ayuntamiento de Bueu, ha organizado una «muiñada simbólica, de resistencia», como la ha calificado Victoria Martínez, para evitar que la celebración de este año quedase «en blanco».
Así, en grupos de 20 personas en horarios de mañana y tarde, se han realizado sendas rutas de senderismo a lo largo del río Bispo-Frade por los molinos de Trasouto y Canudo, que concluyeron con una «muiñada de millo corvo» en el molino de A Presa, que es el único en funcionamiento. Para ello, se han seguido los protocolos de seguridad, con uso de mascarilla e hidrogel y aforo limitado a dos personas en el acceso al habitáculo.
Actualmente la asociación realiza la plantación y recolección de esta variedad de maíz en dos parcelas situadas en el entorno de Meiro. No obstante, la presencia de jabalí dificulta la obtención de la cosecha por los daños en los cultivos. «El campo va cada vez a menos», ha lamentado Victoria Martínez, por la falta de relevo generacional, los destrozos de los animales y la falta de ayudas para compensar las pérdidas.
No obstante, sostiene que este colectivo sigue «resistiendo y luchando para que no se pierda» la siembra de este maíz que, además, sigue los parámetros de la agricultura tradicional sin abonos ni herbicidas, de manera ecológica. Precisamente, el «millo corvo» ha sido el primer producto gallego en formar parte del «Arca del gusto», un catálogo internacional de productos con arraigo cultural y en peligro de extinción vinculado al movimiento ‘Slow Food’.
Además, cada año el Encontro-Degustación do Millo Corvo acogía la reunión ‘Slow Food’ a nivel autonómico, junto con casetas de exposición y venta de productos orgánicos y naturales, talleres y charlas sobre agricultura, gastronomía, salud o naturaleza con participantes procedentes de diversos puntos de Galicia, Portugal, México, Argentina o Chile, entre otros países.
La XXII edición, frustrada este año por la pandemia de COVID-19, iba a tener como novedad la presentación de una cerveza natural elaborada con «millo corvo», malta de cebada, lúpulo, fermento y agua.