Preocupación entre padres y profesores de Galicia ante la incertidumbre del inicio del curso. La falta de movimientos por parte de la Xunta, que reprocha al Gobierno central la necesidad de un protocolo común para el Estado ante los rebrotes de COVID-19, la Confederación de Anpas Galegas ha impulsado en un manifiesto una serie de reivindicaciones y urgencias de cara al reinicio de la actividad lectiva.
La premisa es clara: regreso presencial a las aulas, pero seguro y responsable. «De no ser así, ejerceremos nuestro derecho a ser las defensoras últimas de la seguridad de nuestras hijas e hijos, pero sin límites», advierten, mientras critican la «total falta de liderazgo estructurado y confiable» del Gobierno gallego y la «falta de coherencia» de la Consellería de Educación, Universidade e Formación Profesional.
La entidad ha apelado a la importancia de la presencialidad para el desarrollo social, afectivo y emocional del alumnado y como única garantía del tratamiento «en equidad» de los jóvenes y del trabajo en igualdad, pero no «en cualquier condición». Es por ello que, del mismo modo que la Confederación de Anpa de Centros Públicos de Galicia (Confapa), instan a la Xunta a convocar un encuentro con la comunidad educativa para abordar con urgencia este próximo retorno a las aulas y los protocolos necesarios a aplicar.
Para sacar adelante este inicio del curso, instan a garantizar la seguridad y la atención en igualdad al alumnado, teniendo en cuenta especialmente a los estudiantes con necesidades especiales. En este sentido, urgen un plan especial de atención a la diversidad que incluya supuestos y previsiones ante una hipotética cancelación total o parcial de la presencialidad.
Esta posibilidad debe tenerse en cuenta, además, a la hora de abordar cualquier problema derivado de la atención telemática y de la ‘brecha digital’, tanto por acceso a nuevas tecnologías como por la situación económica de las familias.
INCERTIDUMBRE
Los padres piden impulsar la dotación de personal de enfermería y de educadores sociales para cada centro, del mismo modo que una reorganización y contratación de profesores necesarios para facilitar los desdobles y asegurar las medidas de seguridad y distanciamiento en el aula y entre grupos.
Otras reclamaciones apuntan a la reformulación de las materias de este curso, para incorporar los contenidos perdidos durante el tercer trimestre que se vivió en confinamiento, y se garantice la gratuidad del material de protección e higiene a la comunidad educativa donde se realicen las actividades lectivas.
La incertidumbre por este inicio del curso ha llevado a otras entidades a adoptar soluciones ante la inquietud de las familias. Confapa ha difundido un cuestionario con preguntas y cuestiones sobre posibles situaciones y escenarios que se puedan producir en los centros.
Otros padres han impulsado una plataforma (Dereito a Ensino sen Risco de Pandemia) para pedir que se garantice el derecho a la educación a través de la libre elección de formación, presencial o a distancia.
La Xunta insiste en reclamar el impulso a un protocolo consensuado para todo el Estado. Este mismo miércoles, el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, ha apuntado que la Xunta sigue sin conocer la fecha de la Conferencia de Presidentes en la que se iba a abordar el inicio del curso y que estaba prevista para los próximos días, al tiempo que ha recordado que las comunidades, Galicia entre ellas, urgen «un protocolo único» para todo el sistema educativo español.
A su modo de ver, es «imprescindible» que haya un protocolo «consensuado» con independencia «de la ideología» de los distintos gobiernos autonómicos. «Lo decimos desde hace trimestres», ha agregado el presidente gallego.
REFORMA DEL PROTOCOLO
El Gobierno gallego cuenta con un protocolo propio, que se verá obligado a modificar y a adaptar ante las nuevas circunstancias de rebrote y las nuevas medidas sanitarias, entre ellas la posible obligatoriedad del uso de mascarilla a alumnos de más de más de 6 años.
Es por ello que la comunidad educativa reclama que un encuentro para abordar esta situación, ante el inminente arranque del curso escolar. El texto actual no agrada ni a sindicatos ni a las confederaciones de ANPA de centros públicos.
Paula Carreiro, de FeSP UGT ha apelado a la importancia de intentar sentarse y «coordinar un poco» este arranque «caótico» del curso escolar, y la necesidad de impulsar «un grupo de trabajo» con la comunidad educativa, sobre todo para aclarar la vía para regular las exenciones del uso de mascarilla, la organización entre los alumnos y estudiar el coste adicional que supondría para las familias.
Asimismo, ANPE ha lamentado «las idas y venidas» del Ministerio y la Consellería y ha advertido de que «no es suficiente con la exigencia de máscara», sino que es necesario un protocolo común, acciones para acondicionar las instalaciones y adaptarlas a la amplitud necesaria para la distancia de seguridad, la limpieza, una inversión para reducir la ratio, con un aumento «significativo» de medios y plantillas, y una total preparación ante un hipotético regreso a la teleformación.