Investigadores estudiarán la evolución y la circulación del SARS-CoV-2 en Galicia mediante el análisis genómico de 1.000 muestras de pacientes contagiados para facilitar la adopción de decisiones de cara a la prevención de su propagación.
Según ha trasladado la Universidade de Vigo (UVigo), cuyo catedrático David Posada liderará la iniciativa, el trabajo contará con la participación de equipos de investigación de universidades, institutos de investigación sanitaria y hospitales de Galicia.
El proyecto, denominado ‘Epicovigal: epidemiología genómica y monitorización en tiempo real del SARS-CoV-2 en Galicia’, se desarrollará durante un año. Precisamente, ha alcanzado una financiación de 170.000 euros procedentes del Fondo Supera COVID-19, fruto de la colaboración del Banco Santander, las universidades españolas, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La iniciativa contará con la participación del Grupo de Filogenómica del CINBIO-Universidade de Vigo, el Grupo de Genomas y Enfermedad de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y el Laboratorio de Bases de Datos de la Universidade da Coruña (UDC). Los servicios de Microbiología de los siete principales hositales del Sergas, los institutos de investigación sanitaria gallegos y el Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga) también colaborarán.
De este modo, se obtendrán muestras del material genético del virus procedentes de hospitales gallegos para secuenciarlo y obtener su genoma completo. A partir de esa secuenciación, se realizarán análisis informáticos, matemáticos y evolutivos para identificar las variantes del virus presentes en Galicia. También se buscará estimar parámetros epidemiológicos, como la tasa de contagio, las migraciones y los orígenes.
El principal reto pasa por la obtención de las muestras adecuadas en las condiciones precisas y con la información necesaria para secuenciarlas y obtener el genoma con fiabilidad. Además, David Posada ha incidido en que el proyecto «no tiene como objetivo estudiar la patología del virus, sino cómo y cuándo se mueve en Galicia».
Así, este trabajo podrá aportar información a la toma de decisiones en materia de salud pública de acuerdo con las distintas áreas sanitarias. De hecho, permitirá estimar con más fiabilidad el número mínimo de introducciones detectadas, los patrones de transmisión y si se han limitado el tamaño y la duración de las cadenas de infección transmitidas localmente.
DETECCIÓN EN DEPURADORAS
Por otra parte, la UVigo, el CSIC, la Xunta y las operadoras de agua Geseco y Copasa han firmado un convenio este jueves para desarrollar un proyecto conjunto de detección temprana del virus en diez depuradoras gallegas. Para ello, se utilizarán bioindicadores marinos, según ha detallado la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade.
En concreto, las estaciones depuradoras que formarán parte del estudio serán las de las localidades pontevedresas de Baiona, Nigrán, Gondomar, Cambados y Moraña, así como las de Porto do Son, Muros, Melide, Ares y Cedeira, en la provincia de A Coruña. Todas son explotadas por Augas de Galicia.
El presupuesto global asciende a casi 70.000 euros y cuenta con un plazo de ejecución inicial de tres meses, prorrogable. Así, se analizará la presencia del SARS-CoV-2 mediante técnicas avanzadas y la secuenciación masiva de nueva generación en aguas. El objetivo pasa por detectar la presencia del virus mediante heces, aguas residuales y bioindicadores marinos.
Para ello, se tomarán muestras en el entorno del vertido final (río o mar), con especial atención a la detección del virus en especies como elmejillón u otros animales próximos a las salidas de las depuradoras.
La directora de Augas de Galicia, Teresa Gutiérrez, ha señalado que esta iniciativa permitirá evaluar la incidencia y la evolución de la pandemia en la comunidad, así como una detectar de modo prematuro posibles rebrotes.
Estas labores se iniciaron el pasado mes de mayo en las instalaciones de Cambados, Nigrán y Baiona dado el aumento de su población en la temporada estival y, de este modo, se han ampliado a las siete restantes depuradoras. Así, se busca incrementar el volumen de las personas en seguimiento, pasando de unas 33.000 a más de 112.400.