La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Ministerio de Cultura y Deporte han suscrito un acuerdo que pone en marcha la Campaña María Moliner de Fomento de la Lectura, una iniciativa que durante 19 ediciones ha impulsado el apoyo a las bibliotecas en municipios de menos de 50.000 habitantes.
El acuerdo ha sido suscrito este martes por el presidente de la FEMP, Abel Caballero, y el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes.
Durante la firma del acuerdo, Caballero ha asegurado que proporcionar libros a las bibliotecas de pequeños municipios y escasos recursos es «una labor inestimable». Y es que, para el presidente de la FEMP, y también alcalde de Vigo, el libro es el «instrumento en el que tantos han descargado sus emociones, sus valores, su forma de entender la vida» y la «forma de transmitir las memorias colectivas de unas generaciones a otras». «Una biblioteca es un lugar de referencia intelectual, cultural y social», ha señalado.
El ministro ha coincidido con Caballero en lo positivo de los resultados que la campaña María Moliner ha reportado año tras año, a lo largo de los 19 ediciones. Y ha incidido en que el ámbito social al que afecta, que son los pequeños municipios, «tradicionalmente con menos recursos», es lo que lo hace «imprescindible», porque permite que la lectura llegue a personas y colectivos con más dificultades, personas mayores, inmigrantes, y también a niños y jóvenes.
La campaña consiste en un concurso en el que se reconocen las mejores prácticas realizadas por las bibliotecas públicas en los municipios de menos de 50.000 habitantes para animar a la lectura a los vecinos, en especial a aquellos que tienen mayores dificultades para acceder a la misma.
La Campaña María Moliner, que este año cumple su XX edición, destinará un total de 700.000 euros para reconocer a un máximo de 310 proyectos con premios en metálico para la adquisición de lotes de libros. Los 10 proyectos mejor valorados recibirán 10.000 euros y los 300 restantes, 2.000 euros.
A la hora de valorar las prácticas presentadas al concurso, se tendrán en cuenta, entre otras, cuestiones como la utilidad de las actividades para la animación a la lectura, la importancia del proyecto para la inclusión social o la zona en la que se realicen. En este sentido, los municipios con menos de 25.000 habitantes tendrán prioridad, en línea con el apoyo de la campaña a las zonas más despobladas.